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En el Toki

EN EL TOKI: JUAN MORENO "CRIMSON"

EN EL TOKI: JUAN MORENO "CRIMSON"

Juan es una cara bien conocida en Laga. Sus tablas, también. Para quienes sabemos de él, sobran las presentaciones. Para quien no le conozca, la mejor manera es definirle como el vivo ejemplo del surf como pura diversión, sin más pretensiones. Sus shapes también hablan por él: diseños vivos, clásicos y supersurfeables de alguien que ha aprendido el oficio como un verdadero profesional, pero que no abandona en ningún momento el stoke de los inicios. Su contribución a la escena tablonera de Laga de los últimos años ha sido, cuando menos, destacable. Es un verdadero lujo tenerle como shaper y como amigo. La entrevista tiene lugar en su casa antes de una buena cena en el txoko de Ugarte.

A ver Juan, preséntate.

Hola, soy Juan.

(...).

Y vale, qué pasa tío, jaja, qué quieres que te diga cuando nací, no te jode…

Di lo que quieras… ¿Cómo empezaste en el mundo del surf, cuéntanos un poco tu trayectoria?

A ver… Empecé en el mundo del surf con 16 o 17 años haciendo planking, con aletas de bucear y el clásico planking de siempre…

En qué playa.

En Bakio, máximo, a tope. Y cómo se llama una playa que vosotros no habéis conocido que está al lado de la nuclear, a ver….

¿Basordas?

Basordas, también íbamos con el planking. Después, con 17 años sería, a un vecino le trajeron una Barland de Francia. Se la trajo Zarra. Una tabla amarilla preciosa, tenía la bandera de España puesta en la quilla (risas), amarilla y roja, acojonante. Tuvimos que hacerle un agujero en la quilla para ponerle un invento, una cuerda con un trapo, no había inventos. Así empezamos.

¿Qué año sería?

Joer, tenía yo 16-17 años, tengo 55, hará por lo menos 38 años. No había tablas. En Bakio no había más de cinco tablas…

1973.

Sí, 73-75, por ahí sería.

¿Qué ambiente había en aquellos años en Bakio? ¿Había mucha gente surfeando? ¿Cómo eran las tablas?

En Bakio, cinco, seis. Ambiente…., ambiente, hijos de papá, porque los únicos que tenían tablas eran los hijos de papá, no había más gente. Y camisetas igual. Y luego se compraban tablas a los guiris cuando venían…

¿Y se surfeaba en invierno?

Nada. Yo por lo menos, no. Después, cuando vine de la mili sí que se surfeaba en invierno. Teníamos un amigo que jugaba al rugby con nosotros y trajo trajes de Sudáfrica, era sudafricano. Con una VW vino…Y nos mandaba trajes de Sudáfrica el tío, los Safari… Trajes de la ostia.

No te quedará por ahí ninguno, ¿no?

No, hombre. Le compré dos, y uno lo metí en la secadora aquella antigua para secarlos… Y se me rompió entero… (risas). Se me arrancó entero y le tuve que comprar otro. En aquellos tiempos le tuve que pagar 20.000 pelas…

No era poco…

No era poco. Tenía una costura por dentro…, ¿te acuerdas de los Rip Curl que llevaban así la costura para dentro…?

Que se te quedaba marcado todo el cuerpo…

Me tuve que comprar una lycra. Tenía todos los sobacos sangrando.

Sí, pero cuánto duraban, ¿eh?

Era algo acojonante. Después cuando vine de la mili, que la hice en Cádiz y la aproveche para recorrer Cádiz…

¿Con cuántos años?

Con 22-23. Cuando vine de la mili, después de ver Cádiz y toda aquella zona, empecé ya con paipo en vez de tabla.

¿Y en Cádiz se surfeaba, viste algo de surf?

Nada, nada.

¿Viste sitios potenciales para surfear?

Potenciales, sí. Caños de Meca y el Palmar nos lo recorríamos nosotros haciendo maniobras. No había nada allí. El Palmar estaba vacío, había tres casas de pescadores, y en Caños de Meca igual, sólo había una urbanización de los militares. No había más. Caños de Meca era salvaje.

Quién lo pillara hoy.

Libre y salvaje. Te metías al monte… Dormíamos en el monte en Caños de Meca. ¿Tú no has estado?

Sí…

Habéis estado en Caños. Pues tú miras Caños desde el mar para atrás, y el monte ese que se ve atrás…

Pero ahora en Caños hay casas, hay urbanización…

Pero antes no había nada de eso, era todo pinar… Tú el monte, todo eso que ves atrás, el Parque Nacional que se ve, todo eso…, y las torres esas, dormíamos ahí arriba en tiendas de campaña, nos tirábamos ahí semanas. Nos llevaban en camiones y ahí nos echaban. Y bajábamos abajo, donde está la chabola de piedra, en ese cruce arriba ahí un pino más grande que eso (señala un enorme roble) de aquellos anchos, y allí al lado había casas de pescadores, pero chabolas, con techos de paja y comprabas sardina, pescado…Bueno, iban los sargentos, la gentuza esa (risas) y venga, vamos a hacer una parrillada, hacíamos a la noche una sardinada de la ostia. Pero eso había, no había más. Y luego empecé ya con los paipos, y el primer paipo que compré se lo compré a Neil Bird, cuando vine de la mili. Después ya el segundo me lo hizo Jupa. Y el tercero (pausa), me lo hice yo… Aquí no me hace ya más ni dios un paipo, porque no tienen ni puta idea (risas)… Ni dios, hacen cosas para ellos.

Entonces había gente que andaba en paipo, andaba más ¿no?

Estaba Neil y de Sopelana había un par de ellos más. Pero después se ha dejado. Ahora la gente no cambia a esas cosas…

¿Que era, la moda entonces?

No era la moda, pero se andaba. Eran movidas que venían. En Mundaka había uno que andaba la ostia. No sé si era americano, no sé de dónde era, pero andaba… ¡Se hacía unos tubos! El Neil también se hacía unos tubos acojonantes.

¿Cuánta gente había en Mundaka en aquella época?

En Mundaka más que gente de aquí había guiris. La gente de aquí estaba mirando a los guiris, a ver si se dejaban las tablas fuera para birlárselas…, y los trajes…A las noches iba la gente a birlar trajes y tablas… (Va a decir algún nombre, pero se contiene; risas) Estos iban, les birlaban las tablas, las pelaban y las glaseaban de nuevo, así aprendieron a hacer tablas. Los trajes, los vendían de segunda mano.

Todo eso fue antes de que aparecieran las tablas de tres quillas, ¿no?

Sí, bueno, la gente ya venía con tablas de tres quillas. Los australianos y toda esta gente venían ya con las Simon Anderson, las del sol…

Fue el inventor de la thruster…

Sí, y algunos hawaianos también. Gente de por ahí… Sudafricanos también venían mucho. Yo me acuerdo de que venía mucha gente. Pero gente de aquí se metía muy poquito, pero muy poquito… Yo Mundaka, la primera vez que me metí fue después de una temporada de verlo…

Lo veías fuerte…

No por fuerte. Bakio también era fuerte. Pero no sé, había unas corrientes… La gente aparecía en…

¿A ti también te parece que antes había más olas, o las olas eran más grandes?

No, las olas son iguales. Eso va por temporadas, según la temporada que agarres. Hay veces que te coincide y otras que no coincide. Mi impresión es que no. Los vientos del sur sí que entraban más, la temporada era más larga.

¿Empezaba antes?

Empezaba a mediados de septiembre, octubre y seguía hasta mediados de noviembre. Y en noviembre había viento sur, no todos los días, pero sí entraba el viento sur. Entraba con la borrasca, pasaba, entraba el viento norte, pero volvía a entrar otra borrasca y estaba así constantemente. Eso sí que había. ¿Había más olas o menos olas? Bueno, eso es relativo. Según el friki que sea el tío que esté en el agua (risas), el jarto…

¿Cuál fue tu inquietud para empezar a hacer surf, por qué, la unión con el mar o…?

Bueno, porque ibas a Bakio e ibas viendo a la gente que iba avanzando… Cada vez había más gente que hacía surf. Pero aquí lo difícil era conseguir tablas. Las tablas eran muy difíciles de conseguir. Entonces, normalmente, o eras un hijo de papá de la ostia, que tenías el padre capitán de barco o el padre viajaba y te traía la tabla o no había rollo.

Porque el surf en los medios no existía para nada.

No había nada, no había nada… No sabías lo que era la tabla, ni de lo que estaban hechas, ni nada. Ya te digo, la primera tabla que anduve yo fue una Barland que por lo menos era una 7´5-7´6… Un pedazo pinchaco como la que tienes tú Markel, como esa que te he dejado. Y nos metíamos en Bakio con la tabla cinco tíos, “venga Javi déjamela…” El que se la trajo vivía debajo mío, Javi “Prati”, y nos metíamos con ella, venga tú, ahora tú… Te metía unas ostias el invento… Y te metías en una ola así (señala hasta la cintura), no te metías con más (risas). Y luego veías a la gente por Bakio, gente como Jupa y Kike, que pillaban olas, y veías a aquellos y decías, vamos a ver… No había más historias. La gente que quería tabla tenía que irse a Francia.

Y a Francia, con un 124, traca-traca, tardabas cinco horas en ir hasta Biarritz con las carreteras que había, ¿quién se iba a Biarritz, macho? No iba ni dios. Iban cuatro.., los de San Sebastián, nosotros nada. ¿En aquellos tiempos? Ni dios. Y luego pasar a Biarritz…, parabas en la frontera… “¿a dónde vas?” Pasaporte, nosequé, nosecuántos… Buff, venga, venga, vámonos p´atrás. Era un rollo, era un rollo.

Luego empiezas con el paipo…

Bueno, me hago los paipos, primero copiando unos a otros, después mirando cómo van las cosas, y también viendo las quillas, más o menos modificando todo… Y al final, lo que tengo ahora, el bonzer.

EN EL TOKI: CRIMSON 2

EN EL TOKI: CRIMSON 2

Pero cambias de playa, ¿no?, ¿cuándo fue eso?

Sí con, cuantos años tendría…, ¿28? Sí, con 27-28 años cambio a Laida, a Laga, por la relación con la rubia (risas). Y en Laga hay un ambiente un poco extremo (risas).

¿Cómo era ese ambiente?

Qué va, nooo… En Laga había un ambiente majo, no había ambiente malo. Estaban, como siempre, los Borchers en el agua, en el pico metidos, con Rudi y compañía. A Rudi lo conocía de trabajar con el moro, en Mundaka. Lo conocía de allí. Entonces cuando llegué a Laga no tuve problemas. A Iñigo también lo conocía de la tienda de Rudi y no tuve problemas de ningún tipo…

¿Idarraga?

Sí, Idarraga. Trabajó con Rudi en la tienda.

La tienda de Rudi es más o menos del 87, 88… ¿Esa es la época en que aterrizaste en Laga?

Sí, igual sí, seguro.

¿Qué diferencia había con Bakio o era parecido?

Las olas…, no había nada que ver. Las olas, el doble de fuerza en Bakio, a la hora de coger las olas y a la hora de todo… Una playa mucho más tranquila que Bakio. En Bakio había un localismo más fuerte. Bueno…, y la relación con la gente también es diferente. En Bakio era mucho más cerrado el coto y en Laga la gente es más abierta.

Hemos hablado de Rudi. Rudi en aquella época era un tío que yo creo que se metía con todo, iba a Meñakoz con una 6´3…, traía material de Sudáfrica…, era un poco el que estaba en la vanguardia él, con sus talleres…

Sí, Rudi era el número uno en Laga. Era el que traía las Country Rythm…

Hizo las Country, en un taller que tenía donde está ahora el gimnasio de Baltza.

Sí, allí hizo un taller. Allí estuve yo una vez. Fui a comprarle unas quillas al moro y me llevó allí y me enseño el taller. Era un taller un poco… Yo cuando vi aquello era un poco rrraro: dije, ostia, como hacen aquí las tablas. Era como todo plástico por todas las esquinas… No vi lo que es un taller, taller. No era un taller separado. Yo cuando entre allí y vi allí unos plásticos…

Sí, había unos muros de plástico.

Sí, unas paredes de plástico, era muy… Donde hacían las Co…, ¿cómo eran?

Las Country.

Country no sé… ¿Rythm?

Country creo, Country Rythm eran las otras…

Sí, las sudafricanas, luego los trajes aquellos, los Rip Curl, que eran más acartonados que la madre que los…

Sí, los traía de Hossegor.

Sí, jaja, y eran más acartonados que…, no valían nada.

Lo que había, ¿no?

Sí, lo que había. No había más. Bueno, pero en aquella época estaba también el moro, que tenía también los Billabong, Quiksilver y todo eso… pero bueno, era otra época, joé macho, y en aquella época había de todo.

¿Y se veía algún longboard por ahí?

No, no, longboard nada. Longboards no había ni a tiros.

Todo el mundo iba con el mismo material.

Todo el mundo iba con las de Simon Anderson y a correr y yo con el paipo (risas). Los demás todos con lo mismo. No veías un longboard ni a tiros, ni sabías lo que era. Yo creo que en aquella época si hubiera sabido lo que es un longboard, me habría metido al longboard directamente. Sí, porque no lo veías, no se sabía, no había ni dios que hacía… Sólo había un tipo de material: la tabla de punta y a correr, y tres quillas, dos, tres quillas…

Fishes habría…

No, no se veía ningún fish tampoco. Sólo se veían las tres quillas. Es que aquí se entró al revés en el mundo del surf. Aquí en vez de entrar por la parte de atrás, que es el longboard, los fish y esto y lo otro, se entró ya por la thruster y a tomar puñetas. Fue una cosa muy extraña.

Y volviendo ya a la historia…, estamos ahí en los 80, primeros 90, que sólo hay tablas de tres quillas, ¿y cómo te acercas al longboard?, ¿cómo es la iluminación?

Bueno, al longboard me acerqué más tarde, me acerqué a partir de, joe, a partir del 95 o así, sí, por ahí. La iluminación…, pues a través de internet. Vas viendo cosas y ves que… ya se veían algunos longboard aquí, ya había longboards. Y dices, bueno, me voy a cambiar al longboard a ver lo que hay. Y así fue. Además dejé el paipo durante unos años y me dediqué a hacer longboards.

¿Y cómo dominaste la técnica? Porque casi desde el principio se te daba muy bien.

Bah, no, al principio no. Al principio igual que todo dios. Eso es hacer y hacer. Tú ves una tabla de las primeras y ves una de las de ahora y dices, ostias, esto no lo ha hecho el mismo. Tendré algunas por ahí (risas)… Si las ves, son algo alucinante (risas). Pero bueno, tampoco hay que ser ingeniero para hacer tablas. Si no, mira a ver quiénes están metidos en el tema…

Ya, pero hay que ser curioso y trabajar bien…

Bueno, la curiosidad se aprende con los años.

¿Y el material, en aquella época, dónde…?

El material, en aquella época, se lo compraba a Gilito, y a cómo se llama éste, el que estaba en Mundaka…, a Borja (Romero). También le compraba mucho material. Le compraba los foams. 10.000 pelas me cobraban un foam. Te estoy hablando de hace 15 o 20 años. Y ahora valen…, no llegan a 10.000 pelas. Bueno, habrá los de…, los de paipo sí que llegan a 10.000 pelas. Los de longboard empecé comprando…, el primero lo compré en Pukas. Fue donde empecé a comprar material. Me lo hacían bastante bien. Resina y todo le compraba a Pukas, hasta hace unos años, sí. Últimamente, con la gente que tiene, no se puede comprar nada. Ni te atienden, ni nada.

Y ahora a quién le compras.

A Borja, o pillo a cualquiera, a Gilito, voy y le pillo. Es que a Pukas le llamas por teléfono y “quiero este material” y dice, “bueno, pídemelo por e-mail” y le mandas el e-mail “mándame el precio y el ingreso” y te cogen y pueden pasar veinte días que no te han mandado.

Si vas allí sí, ¿no?

Si vas allí, si, pero para que vas a ir allí, si te sale 40 € ir y venir.

¿Y Borja tiene material?

Sí, Borja tiene material, de Gilito tiene material, te lo pillas. Tiene buenos foam, no son malos. No me gustan las almas que tiene, pero tiene buen material. El foam no descascarilla cuando le metes el cepillo, y funciona bien. No chupa mucha resina tampoco, va bien. Llevo…, qué habré hecho… cinco o seis tablas con él. Van bien. La mía está hecha con foam de ellos.

¿Cuántas tablas habrás shapeado hasta ahora?

No sé… (risas). Cuarenta…, o cincuenta, yo qué sé (risas). Entre paipos, tablas, tablitas, nosecuántos…, bah, échale una media de ocho o nueve al año. Pues eso llevaré. Es que no hago tampoco más.

Es un producto muy selecto, ¿no?

Es un producto que sólo se hace lo que se necesita, nada más (risas). Además que sólo se hace para el círculo de amigos, conocidos y algún allegado, o sea que no es para más.

Lo que sí ha sido una revelación para muchos ha sido la vuelta al longboard clásico que yo creo que es curioso porque en Laga hemos sido hasta… pioneros gracias a ti, porque cuando salió la revista Glide que fue un poco lo que recogía con algunos años de retraso toda la escena esta…

Escena longboard, sí…

Los primeros DVD y  las primeras nociones que hubo de esa escena, que estaba encarnada sobre todo por Joel Tudor…, tú ya estabas haciendo ese material antes de todo eso, ¿no?

Sí…, más o menos sí. Estaba haciendo tabla clásica desde…

Sólo se me ocurre igual Styling. Kike Panera tenía una sensibilidad con eso, pero nadie más, que yo sepa.

Nadie más, no. Yo he hecho tabla clásica siempre. Y cuando he hecho una de tres quillas, una performance o como le llamen a éstas, ha sido por encargo, si no, no las hago. Siempre hago tablas de una quilla. Hay un refrán hawaiano que dice, un hombre, una tabla, una quilla…

Un hombre, un dios, una quilla…

Un hombre, una tabla, una quilla…, ¿cómo es en inglés? Man, board, fin.

Eh…, no me acuerdo si era exactamente así, jaja…

Una cosa…bueno, pero es así…

Algo así…

Y si no es así, lo ponemos nosotros, no te jode, o qué pasa (risas). Empecé… Martin era otro al que le gustaban mucho las tablas de una quilla.

Martin Idarraga.

A ese también le gustaban, sí. Empecé a hacer tablas y las hice para mí, empezó Fernando, empezó Barandi, hicimos tres, empezaste tú, luego aparecieron los demás y venga a hacer foams de tablones… Y somos los únicos que hacemos tablón. Bueno, ahora hasta los Borchers tienen tablón ya…, cuidao…

Tenían, tenían…

Tenían, tenían…Pero sí, se ha montado una comunidad longboard en Laga un poco importante, no, comparado con la gente de antes.

Sí, es una playa para ello, ¿no?

Más es Laida.

Ahí apareció también laidakosurftxokoa y demás…

Ha habido mucha gente que se ha pasado al longboard. Ibon el vecino tuyo tenía longboard y luego tabla corta, pero se ha pasado al longboard, ya no se mete con la tabla corta. Ha habido gente que se ha pasado directamente al longboard, no han pasado por la tabla corta. No sé, a mí me parece bonito, diferente. Es otra historia.

¿Y el paipo ya no lo tocas?

Sí, claro que lo toco, cuando sé que hay olas buenas. El paipo claro que hay que tocarlo. Pero ahora no puedo con la rodilla, estoy jodido macho, cagüendiez, el día 11 me tienen que decir lo que tengo, que ya me han hecho la mierda esa, la resonancia.

Y qué opinas del ambiente que hay ahora en las playas, de los medios que utilizan como publicidad mucho el surf.

El surf de lo que era a lo que es, se ha convertido en un producto comercial. Es un producto comercial como puede ser comprarte ropa, las zapatillas… Es igual, igual. El surf es una industria como otra cualquiera. Del surf viven miles de personas, aquí pocos, pero en EE.UU. la industria es a nivel comercial a tope. No hay más.

Y claro, los picos están más saturados.

Lo de las playas es según cuándo vayas. Vas entre semana y no hay ni cristo bendito. Vas a la mañana, te quieres dar un baño tranquilo y te lo das. Lo he probado con éste, hemos estado cuatro en el agua. Ahora, vas un fin de semana y normal que esté saturado. Todo dios trabaja, bueno, el que puede ahora, pero el que trabaja va a pillar olas.

En Laredo, el miércoles que te he dicho, dos tíos en el agua desde las nueve y media hasta las doce. Dos tíos que estábamos con longboard y dos con tabla y uno le estaba enseñando a otro, que no pillaban nada. Cuatro tíos, ¿eh?

El lunes a la mañana, a las ocho y media ya había veinte.

Cuatro tíos estuvimos. El miércoles no, el lunes que entró el borrascón que hubo olas y ya subió el mar a tope, ese día me fui a Laredo y de escándalo. Dos tíos, ¿eh?

¿Cómo te enterabas antes de si iba a haber olas?

Antes mirabas en TVE1. Veías la borrasca dónde se ponía y a través de ahí veías si había olas o no. Y muchas veces, a la aventura. Era la aventura.

Yo creo que había menos conocimientos.

Sí, la gente te iba explicando. Yo no sabía y en Bakio un tal Juan, dos hermanos que surfeaban, no sé si todavía…, y esos me dijeron… “Oye, ¿cómo sabes las olas que hay?”, “pues te miras en el parte y si ves una borrasca que está a la altura de Inglaterra, de Irlanda, por ahí, pues ya sabes que hay olas”. Entonces no estaba Euskal Telebista, con la chavalita (risas)…

Que es de Bakio, por cierto.

Que es de Bakio, es de Lizardi (risas). Antes era más aventura que ahora. Ibas a Bakio e igual no había olas.

EN EL TOKI: CRIMSON 3

EN EL TOKI: CRIMSON 3

Cambiando de tema…, tú has ido a Centroamérica…, has hecho tus viajes.

Viajes, poco. Costa Rica y Canarias. No he hecho más. Portugal y Francia.

¿Cómo fue?

Costa Rica fue por un tema de trabajo y me llevé un paipo en un contenedor. Uno de los que tenía, que lo dejé allí. Y estuve allí dos meses y los fines de semana me iba a la playa. Me dejaban una furgoneta con los que trabajaba y me iba a la playa que estaba a dos horas. Dormía allí en la playa por unos 20 $. Estuve en Jacó sobando. Me bajaba a Playa Hermosa, que es la que está debajo, y a…, cómo se llama esa, la superlarga…

Pavones.

Y Pavones. Y luego subía hasta Herradura y otra que está un poco más arriba, que no me acuerdo cómo se llama… Y bueno,.., cogía olas allí. Muy bien, mucha gente y…, mucho chorizo, en aquella época. Buenas olas. Mucho calor y muy buenas olas. Un poco deshabitado todo, muy rústico. Mucha selva virgen.

No era lo que es ahora. ¿Y luego Canarias?

Canarias fue un viaje con la familia y estuvimos en el sur de Canarias, en Las Palmeras. La izquierda de Las Palmeras, muy buena ola, acojonante. Me metía a las seis de la mañana con el paipo y no tuve ningún problema con los locales de allí, pero ninguno, al revés. Es una playa que para entrar, por la esquina hay como roca y me dijeron “no, tú por aquí no entres, entra por ahí”.

Te ayudaron.

Me ayudaron, sí, sí. Yo no tuve problemas allí. Llegar al pico…, no me puse el primero por supuesto, por respeto a ellos, y decirme “métete, métete”. Sin problemas. Yo en Canarias, las veces que he estado, sin problemas. Muy guapo.

Y volviendo aquí, en Basordas, ¿teníais problemas para pasar por la carretera, por el tema de la central y eso?

No, pero no estaba la central entonces. Cuando nos metíamos en Basordas tendría yo catorce o quince años. No estaba la central todavía. Era la playa de Mungia. La playa de Mungia entonces era Basordas. La central no existía y donde está la central había una especie de acantilado.

Había una cala que luego se rellenó de hormigón.

Lo que se rellenó de hormigón era la cala Basordas, y había olitas, y te metías con tus aletas y el planking, y allí hacías el indio, a pelo. Pero bueno, eran cosas que habías visto hacer en Bakio. La playa de referencia era Bakio, donde veías las tablas. Veías las Itxas-Tresna, que preguntabas a la gente “dónde te han hecho la tabla” y decían “me la ha hecho uno de Orio”, “y cuánto te ha salido”, “treinta mil pelas”, “jode, si yo no gano treinta mil pelas ni en tres meses”.

Patxi Oliden.

Eran de estas de dos quillas, las fish, ya había de eso. Y normalmente la gente llevaba tablas de una quilla… El primero que empezó a hacer tablas por aquí fue Bruce.

¿Cómo fue la llegada de Bruce aquí?

 A Bruce lo conocí cuando estaba en Bong, en Algorta. El hacía allí las tablas y de Bong, pasó a Eukaliptus.

Pero…, no era un medio pro que vino a competir o así…

En aquellos tiempos no había aquí nada para competir. Pero, ¿qué había? Si no había tablas… Había en Sopelana cinco o seis, y aquí otros cinco o seis y no había más. Yo no conocí más.

Y luego se abrió Banana, antes que Eukaliptus. Banana sí que metía ostias, macho. Lo que vale una tabla ahora, valía entonces (risas), en Banana… Tenía las Mark Richards, con el escudo de Superman. Te pedía 45.000 pelas por una tabla. De entonces, ¿eh? Te estoy hablando del año 78-80. El 80 sería igual cuando abrió Banana. Era la ostia, acojonante. Qué tonterías se hacían entonces (risas)… Comprar tablas de 30.000 pelas o 35.000 pelas, ¿eh? Jajaja.

Bueno, ahora la gente también paga lo suyo, ¿no?

Ahora paga lo suyo, pero ahora tienes precios de 250-300 € hasta 600-700.

Pero para tener una de calidad hay que seguir pagando.

Sí, pero es que entonces no sabías lo que pillabas, porque no tenías ni puta idea de si funcionaba o no funcionaba, o para qué valía aquello. Igual te comprabas una 7´5 y no sabías si era para grande, para pequeño o para qué era. ¿Quién sabía entonces, si no había revistas, no había internet…?

¿Pasabais a Biarritz?

No, a Biarritz no pasé yo. Intentamos, pero jode, macho, unos rollos en la frontera… Que caravana, que si el carnet… Luego estaba también el tema político, que afectaba mucho a la hora de moverse. Todos los días había rollos. Todos los días. Era un poco rollo… ¿Queréis otra cerveza?

No, gracias, no...

Era un problema. El tema político era un problema para moverte, porque había de todo.

Si no era aquí, era que cogías la carretera, que era la carretera de la costa, te ibas para San Sebastián, llegabas a San Sebastián y te habían parado cinco veces.Salías de San Sebastián, llegabas a la frontera y en la frontera lo primero que te pedían era toda la documentación. Abre el coche, a ver qué traes, a ver qué no traes…Y luego a la vuelta, si traías material, te revisaban. Y como te vieran que era nuevo, había que pagar aduana. Muchas veces…, gente de Bakio que conozco yo, cogían las tablas, las llenaban de parafina, les daban un poco de mierda por encima, barro o lo que sea y las dejaban un poco rayadas, las traían así… Y los trajes igual. Bueno, los trajes eran una puta mierda. No valían nada. Valían más los de buceo. Pillabas uno de bucear y a hacer puñetas. Eso era una movida, no era lo de ahora.

Vamos a volver a lo de ahora. ¿Cómo has conseguido iniciar a Fernan, tu cuñado, a Javi…, y que sean más fanáticos que nosotros?

(Risas). Bueno, Fernan tenía un tablón blanco de tres quillas, que luego se lo vendió al loco ese que andaba…, no te acuerdas, el de los dientes….

¿Uno que fue yonqui?

Sí, el exyonqui. Bueno, aquel. Dijo “quiero aprender a hacer surf” y tal… Fuimos a Francia, de vacaciones en semana santa y yo llevé la amarilla tuya que tienes. Vamos a pillar olas… Se metió allí, pim-pum, vale, y empezamos. Así empezó. La primera ola, se metió todo lo ancho que era, todo lo grande que era por delante, le metió una ostia… Le vino la tabla todo lo ancha y le partió una costilla (risas). Estuvo un mes lesionado. La primera ola que se metió (risas).

Y sigue… Algo tendrá, que engancha esto.

Después ya se enganchó y siguió, siguió, siguió. Incluso dejó la bicicleta, que era algo para él superior. La bicicleta para él era lo máximo. Tenía una bicicleta que en su tiempo le costó 500.000 pelas.

Como una moto…

Fue a Andorra a por la bici, y la dejó abandonada. Barandi fue el siguiente, al siguiente año. Estábamos en Laga con el tablón de madera de balsa. Había unas olitas, medio metro o tres cuartos…, “venga Barandi, métete al agua”. Cogió, se metió, empieza a remar, pim-pum… Fíjate, aquel tablón de madera de balsa, veinticuatro y pico… Va el hijoputa y se pone de pie a la primera (risas).

Fue una iluminación para él.

Una iluminación. Le compró la tabla blanca a Fernan, y aprendió con esa. A Fernan le hice otra.

¿Eso hace cuánto fue?

Barandi llevara diez, doce años. Fernando trece o por ahí.

Bueno, anécdotas personales aparte, lo que quería decir es que…, algo tiene y gracias al material que haces has conseguido que gente que hace veinte años con el material que había no se hubiera acercado al surf…

Exactamente.

Participe, se divierta y encima contribuya a la escena de la playa, ¿no?

Exactamente. El caso más claro lo tienes con Iñigo (Corredera). Si sabéis la historia de Iñigo, apareció por la playa con una 7´10, 7´11, para un tío de 130 kilos. Y le dijimos “con eso no vas a aprender en la puta vida, píllate un longboard, pero de 10 pies”.

El caso es que fue donde… “X” (conocido shaper profesional), y le hizo un 9 pies. Qué mosqueo. “Que con eso no vas a aprender, que te tienes que hacer un 10 pies”. Y le dice: “que no hay tablas de 10 pies, que eso no se hace”. “Bueno, pues ya te la hago yo”. Y le hago la tabla, y un día ya se pone de pie, después de un par de años. Se pone (risas). El mecánico, Fede, lo mismo. Apareció por allí también con una tabla pequeña. Y le convencimos. Le compró el tablón de 9 pies a Iñigo, y hoy en día también se pone de pies, después de seis meses. Mecánico de rallyes… ¿Quién más tenemos metido por ahí?

En nuestra cuadrilla hay un montón de gente, pero ¿qué ilustres del surf de Euskadi has conocido? Porque has comentado shapers, gente que igual ha tenido influencia en cómo ha evolucionado esto…

Jupa (Soler), por ejemplo. Jupa es un tipo muy majo. Kike (Panera)... ¿Quién había más? El glasser de Styling, que siempre ha tenido un glasser de puta madre, uno de los mejores, pero no me acuerdo cómo se llama… Neil no era. Era de aquí, ya le conoces tú. A Gandarias también le he conocido, que empezó a hacer las Genesis. Y surfers, a Alfonso Fernández, a toda esta gente les conocía.

Luego vinieron Jorge Imbert…

Jorge Imbert es de aquella época también, sí. Fue de los primeros de aquí. Campeón de España no sé cuántas veces…

Sí, fue el proto-pro, ¿no?

Sí, el proto-pro. Buen tío también, muy majo. He conocido a Tom Carroll y he hablado con él en Bakio, hace un montón de años. Estaba en el agua al lado mío y he estado hablando con él. No sabía quién era (risas). Esa sí que fue buena. Estábamos al lado, pillando olas, pim-pum, hablando, él su castellano chapurreado y yo en mi inglés baturro… No tenía ni puta idea de quién era Tom Carroll, y después de dos horas de pillar olas y tal, tuya-mía, me viene un tío y me dice “joder, estás ahí hablando con Tom Carroll y la ostia”. “¿Y quién es éste?” (risas), “¿quién es Tom Carroll?”. Es que no leía revistas… Justo, justo salía Marejada y el Surfer Rule antiguo.

EN EL TOKI: CRIMSON 4

EN EL TOKI: CRIMSON 4

Bueno, ¿y para enterarte que se hacía fuera? Ahora tenemos internet. Los más jóvenes no han conocido otra cosa, pero nosotros sí y… ¿qué revistas había, cómo te enterabas, cómo veías las películas cuando casi no había video, no?

No había videos. Películas, las cuatro que había. Cuando empezaron los videos, pillabas las películas, te las dejaba Fulanito, Menganito… las primeras revistas, pues.. el Surfer Rule, Marejada…, que por ahí arriba debe de haber dos…, y Tres60. No conocí más. Luego, las típicas revistas americanas que traía todo dios, pero como no te enterabas de lo que ponía, pues igual. Sólo veías fotos. Lo demás, ni dios no había. Había alguna película que echaban en alguna casa: “oye, que vamos a poner una película de super 8 y tal”…, “vamos”. O en el Jolaseta ponían alguna vez, en Bakio. El que estaba en el Jolaseta de jefe, el hijo era amigo mío. Entonces íbamos al Jolaseta, entrábamos… Por cierto, robábamos alguna tabla…, robar no, coger alguna tabla para entrar, y la devolvíamos (risas). Luego las dejábamos allí. Y luego, según subió la cosa, vino internet y toda la historia, había DVDs y toda la historia. Pero entonces no había nada. Ibas a la tienda, y a ver revistas.

Y los surfers de referencia, ¿quiénes eran, Gerry Lopez….?

Gerry Lopez y lo que veías en las revistas, pero no sabías ni cómo andaban. No tenías ni puta idea (risas). No sabías ni cómo se ponían. Yo las referencias que tenía eran de Neil, de Neil Bird, que era el único paipero que conocía. No conocía ni al tío este..., ¿cómo se llama?

Greenough.

Greenough. No le conocía hasta después de un montón de años. Antes nada. No había como ahora, joder. Ahora los chavales empiezan y ya saben de todo…, Markelius.

Te voy a preguntar por el tópico, eso del surfer ligón…

Era falso.

¿Era falso en aquella época también?

Era falso. A ver, en aquella época eran círculos cerrados. Eran gente…, pija. Vamos a decirlo. Eran gente pija y tenían sus cuadrillas y no había más. Y tú venías de fuera y no te comías nada, jaja. No te comías ni una rosca. Él único que ligaba eran los guiris en Mundaka. En Mundaka sí que ligaban los guiris. Fuera cachondeo. Los surfers ligones eran los guiris.

Había que disfrazarse de guiri…

Tenemos el caso de…

Había mucha gente que se tenía el pelo y eso, jaja.

Tenemos el caso de Craig y de…el otro, cómo se llama el cuñado de Craig…, Bruce, que ligaron en Mundaka.

Con dos hermanas.

Con dos hermanas. O sea que ya tenemos un caso. No hay más (risas). Yo no conozco más casos de extranjeros, de surfers que ligaron con gente de aquí. Es la leyenda de siempre. Eso es una leyenda que puede ocurrir en cualquier sitio.

Una leyenda que sí es verdad es que a Ogella había que ir bajando por un camino de cabras. Eso sí lo has conocido.

Por un camino de tractor. Cabía un tractor para bajar. Y era la cala donde se descargaba entonces el material…., ilegal, de contrabando. Era la clásica cala… Y para controlar un poco aquella, asfaltaron la carretera, jaja.

Cosa que nos vino bien.

Le vino a todo dios de puta madre. A mí por lo menos. Y a los demás, igual. Pero bueno, Ogella era una cala que había tres en el agua, no había doscientos. Se juntaban doscientos cuando era una cosa extraña.

¿Y a qué más sitios ibas?

Bueno, intentamos bajar al basurero una vez, pero…

Cuenta, cuenta eso.

¿Lo del basurero? Al basurero intentamos bajar una vez. Dejamos el coche arriba. Intentamos bajar, macho, y había un acantilado que te cagas. Es un acantilado que te jiñas. No podías bajar por ningún sitio. Me movía por Ogella, Bakio, Sopelana, Laga… A Laida no bajaba entonces… Eh, luego por la parte de Castro y por ahí, más los viajes al extranjero. Pero donde más me movía era por aquí. Bakio era lo que más me gustaba.

¿Qué pasó en el basurero?

¿En el basurero? Que era todo un acantilado. No pudimos bajar.

¿Pero con quién fuiste, con gente de Bakio?

Con gente de Bakio. “Bah, vamos al basurero”. Estaba enorme todo. “Vamos al basurero a ver”. No pudimos ni bajar.

¿Pero se veía?

Había unas olas de la ostia. Unas olas de puta madre. Unas olas… Vienen unas ondas, entra pegando y viene toda la serie. Además vienen cinco o seis, ta-ta-ta-ta-ta. Cuando ahí están marejadas del norte que entra bien el mar, bien ordenado, vientos del sur, jode, unas olas de acojonar.

¿Surfeables?

Hombre…, a ver, habría que ver el fondo, lo que había, ¿no?, pero surfeables. Yo creo que ahí ha entrado gente.

Y entra menos mar que en otros sitios.

Tiene que estar muy grande para entrar ahí. Entra como en Ogella, o así una cosa. Cuando está enorme, grande, de tres metros, entra atrás. Si algún día podéis ir, mirad desde arriba y ya verás. Se ven unas líneas acojonantes. Es de ver, ¿eh? Eso es para ir en una barca de Bermeo. Coger una barca y trrrr, acercarte para poder coger.

¿Cuál es tu ola preferida?

Mi ola. Bahhh, a ver, mi ola preferida. En buenas condiciones, Laida. Para longboard es la mejor ola que hay.

Tú fuiste pionero en redescubrir Laida también, ¿no? Porque solías ir sólo allí.

Bueno, Fernando y estos también venían. Se empezó a ir. Se empezó, se empezó, se empezó… y ahora, se juntan treinta también.

Un día bueno hay treinta y encima hay que pelearse con la gente. No hay más. Laida es… a tomar por culo.

Me acuerdo unos baños allí…

Joder, Laida de puta madre. Con condiciones buenas, buenas, como Laida para longboard no hay. No hay. Es una playa acojonante.

Y, cambiando de tema otra vez, de los shapers que conoces y así…, de shapes, porque ahora es posible seguir un poco los diseños que ha habido en toda la historia y qué se está haciendo ahora. ¿Qué es lo que más te ha gustado o lo que crees que ha marcado un poco el surfing antes y ahora mismo en cuanto a materiales, en cuanto a diseños y demás?, ¿quién anda por delante, quién anda un poco por encima de los demás?

Hombre, de shapers, el de siempre, Al Merrick. Ese es el que anda por delante. ¿De longboards? Según lo que quieras. Si quieres longboards clásicos, a mí el que más me gusta es Copperfish. Hull también es bueno, tiene unas tablas buenas, bonitas. Pero sobre todo Copperfish, porque trabaja con resinas tintadas, no trabaja con pinturas, y quieras o no, pues…, le da cierto toque a las tablas. La resina tintada le da otro aire.

¿Es complicado trabajar con resina tintada?

No, no… Menos complicado que con la pintura. Tienes que tener menos aparatos, sólo tienes que tintar la resina, trabajas y…resinar y ya está.

¿Hacer efectos?

Luego ya los colores, es saber combinar unos colores con otros según lo que quieras. Pero para mí quitas trabajo de encima. Para la industria, te quitas el trabajo de un pintor. Luego…, pues eso, Al Merrick. De quién más podemos hablar por ahí… Eh…, cómo se llama el chino ese…

Takayama.

Takayama… Hay gente buena. Bueno, Takayama mete otro tipo de tablas. No es tan 50-50 los cantos, es más tabla para hacer mogollón de cosas. No es una tabla clásica. Luego Mandala, me parece que es, que hace unas tablas muy guapas, muy bonitas. Montón. En EEUU, montón. Sólo tienes que meterte en internet y teclear “longboards”.

EN EL TOKI: CRIMSON 5

EN EL TOKI: CRIMSON 5

¿Y cuál es tu tabla ideal?

¿Mi tabla ideal? Buah… La próxima que haga, jaja. Ahora la naranja, jajaja. ¿Una tabla ideal? Una 9´6, 23, 3 de gorda por lo menos, cantos 50-50, una quilla…

Y canto blando, claro.

Sí, sí, sí. Un canto de 50-50, blandito, una quilla, cóncavo y muy finita atrás, para que clave en la ola. Esa es la tabla ideal. Luego, como hay 50.000 tablas… Hoy es todo una industria y hay que sacar modelos. Todos los años, un modelo diferente para mover la industria.

Pero no crees que…, es un poco más de lo mismo. O sea, no hay un diseño revolucionario ahora últimamente.

No, no, sobran modelos. Sobran tablas. En el mercado sobran tablas. Pero no hay, no hay …

Nada que rompa, como fue la thruster en su momento.

Exactamente, no hay nada que venga y digas “ah, esta tabla es la definitiva”.

Pero se ha vivido la revolución de que se han rescatado diseños anteriores que eran válidos, pero…

Pero eso es lo de siempre, volver a lo de siempre.

¿Y el epoxy, por ejemplo, en cuanto a materiales?, ¿quizás flexan más, no?

El epoxy es como la resina. Flexa más, pero se parten igual, igual, y a la hora de reparar, mucho más complicado y más caro.

¿Y a la hora de fabricar?

A la hora de fabricar no sé el tema cómo va.

Es más un proceso industrial, ¿no?

El tema de la fabricación no sé, supongo que será tipo moldes, pero bueno, las tablas están en plan industrial ya.

¿Os acordáis de las Salomon, que fueron un fracaso?

Fueron un fracaso total. Y las Lost de carbono, dónde están, que también eran huecas.

O cuando se ponía carbono en las tablas, por ejemplo, y Borja te cobraba más por poner carbono en las tablas… Todos como tontos…

Sí, unas tiras de carbono, que no te hacían nada, se partían igual. Bueno, han vuelto ahora a poner en la parte de atrás de las tablas carbono. Al Merrick me parece que lo pone en la parte de atrás, en los cantos…

Pero es más para evitar desgaste y eso, ¿no?

En los cantos, para el desgaste. Pero bueno, la tabla como es una industria, lo único que hacen es remover el mercado, para poder ir sacando cosas nuevas para poder vender, porque si tienes siempre lo mismo, no lo vendes (risas). Sí o sí. Están moviendo siempre el mercado para sacar algo diferente. Que si sacan las biscuit, que si sacan los mini-tablones, como ha sacado ahora Takayama, que si sacan unas, no sé cómo se llaman, unas anchotas… Siempre sacan algo nuevo, pero qué, no hacen nada, siguen igual. Al final el que surfea con un thruster, sigue con el thruster, no hay más. Con tres, con dos, con una, lo que hay que hacer es variar. En las tablas, en la gente, no siempre con lo mismo. Hay que tener tablas diferentes. ¿Hacia dónde irá? Seguirá con el foam. Si quieres hacer una tabla, otra tabla, otra tabla, con la misma forma y diferentes rockers, tienes que ir al foam. Es lo único. No vas a hacer un molde para cada una. Con el foam vas a ir quitando o dando. Hoy en día con la máquina de pre-shapes sólo tienes que quitar o dar. No hay más. ¿Qué está el epoxy? Bien, pero es lo mismo, en vez de glasear con resina, glaseas con epoxy. Y el material de dentro en vez de ser foam es el corcho blanco ese que no se cómo le llaman. Es lo mismo, trabajas con un cepillo, foam… ¿Que el material de dentro no se llama foam, que se llama EPS o mañana se llama chutao, yo que sé, otra cosa más ligera? Al final lo que va a valer va a ser la tabla que fabricas a mano, o casi a mano, porque es donde puedes modificar.

Panel sándwich o no sé cómo le llaman…

Sí, bueno, sándwich es otra cosa. El sándwich eran las Salomon..

(…).

Más cosas, ¿qué quieres más?

Añade lo que quieras.

¿Yo, lo que quiero? Bueno... Pues que la gente cambie de tabla y que no sea Crimson, por favor (risas). Y que varíen las tablas. Joder, variad las tablas porque Laga es la ostia, macho. Toda la gente con lo mismo no puede ser.

(Suspiro).

Es verdad. Laga es la playa en la que la gente no cambia de tabla en la puta vida.

Pues yo creo que hay más variedad que en otros sitios.

¿Laga? A ver, no te digo los cinco que estamos, pero a ver, la gente de toda la vida…, joder, prueba un fish de vez en cuando o no sé, prueba una tabla diferente, a ver qué es lo que sale.

En Laga es verdad que hace falta una tabla con volumen, salvo los días que está así un poco fuerte.

Claro, y aparte de eso, para la experiencia de uno, no tener siempre lo mismo: una tres quillas, una tres quillas… Oye, hazte una de una quilla, a ver cómo va, que igual te gusta. Digo yo, ¿eh? No sé.., o hazte una de dos. Gente que no ha cogido una tabla de una quilla en su puta vida en Laga. Dile a X (conocido surfer local) que coja una tabla de una quilla, o de dos…

De dos ya tiene.

No, de dos no tiene, tiene de tres. Es de tres la que tiene, la ancha esa… Y dice que es la que mejor le va… A buenas horas, mangas verdes… Como eso, un montón de gente que no cambia ni pa dios. Siempre van a lo mismo: las tres quillas, las tres quillas, las tres quillas… El mundo no se termina en Seat, que hay Renault, hay VW. Es verdad. Tienes que cambiar, ¿si no? El gusto está en eso.

Sí, pero no todo el mundo puede permitirse el lujo o tiene ganas.

No se lo puede permitir todo el mundo, pero jode, macho, tener un quiver o cómo se llama eso, un cacharro de tablas, tener seis tablas: un longboard, un mini-malibú, un fish…

Lo que hay es que hay mucha gente surfeando, pero muchos no…, con todos los respetos, porque yo creo que eso es mucho más sano para el surf y está mejor, pero que no son surfers dedicados tampoco, ¿no? Para ellos es un deporte más, como puede ser para nosotros un día coger la bici o una pala…

A ver, la movida del surf fue en los años 60, y fue en EE.UU., no fue aquí. Y lo demás se ha acabado. Aquí no ha habido la movida de EE.UU., de la gente en la playa con la hoguera… Sí con la hoguera en los años 70, en los años 80, con la hoguerita y tal, pero fue más una copia de decir “aquellos lo hacen, nosotros también”. Pero la movida-movida, fue allí, no fue aquí. Allí se hacían sus tablas en la playa, shapeando bajo un techado. En Australia igual. Aquí no ha habido eso. Aquí no ha habido un corrimiento de decir, he empezado con el longboard y luego esto y esto.

En definitiva, que no hay cultura surf.

No, aquí no hay cultura surfera. La cultura surfera existe donde empezó, pero aquí no hay.

Pero en Francia sí que nos llevan ventaja, ¿no?

Pero en Francia copian todo lo que hacen los otros. En Francia, sale el paddle y sale antes en Francia que en EE.UU. Pero es que Francia lo vive, la gente lo vive. Vas a Francia y ves al tío con el buga ese americano, unas ruedazas así por cada lao, descapotable…

Sí, copian fielmente.

Sí, copian, pero no hay cultura.

Pero hay gente allí que vive de hacer tablas.

A ver, aquí hay gente que vive del surf, de las tablas.

Sí, pero material convencional. Yo creo que el único que se ha intentado acercar con material con su marca propia, salvo algún intento por ahí, que se suele ver igual en el festi de Salinas… Bueno, Pukas traía, hacía material clásico, pero era más con tablas de marcas licenciadas, Jed Noll…, igual Styling, y creo que no fue un intento comercialmente muy exitoso, ¿no?

Styling.., hoy en día no hace tablas ya. O sea, hace tablas, pero no se las fabrican ellos, se las fabrican en Santander, en Full&Cas. Y alguna que va él y hace. Pero si él no hace ya…

Tablas artesanales y que sea viable comercialmente, ya no hay.

Gilito y estos hacen tablas, pero es la tabla de siempre, tres quillas y a correr. De vez en cuando hacen alguna cosa nueva, pero vas al taller y… Luego está el de Francia, éste, cómo se llama, el…, el Daniels, que ese vive de ello. Tiene su taller y hace longboards, pero bueno, es el único que yo conozco que viva de ello. Así de industria, no sé qué tendrá, el taller que tiene ni nada, pero bueno, así una industria que viva del longboard, no hay más. Luego, ¿gente que hace buenos longboards? Daniels, el de Widegliders, hace buenos longboards… Luego probar si te gusta o no, según cómo te va.

Sí, porque son tablas un poco durillas para andar, tampoco son para…

Sí, tampoco son cualquier cosa.

Si esperas que la tabla vaya a andar sola te puedes llevar una buena decepción.

Igual luego te pegas el palo con las tablas esas. A saber, pruebas una tabla y a saber lo que te pillas o no te pillas. ¿Problemas? De todas. Aquí hay poca cultura surfera. Aquí el único que tiene cultura surfera es “Y” (risas). El único que conozco que viva en la playa.

La verdad es que es un surfer dedicado.

La demás gente tenemos que trabajar para poder dedicarnos al surf. Hacemos surf cuando podemos. O en vacaciones, o los fines de semana, o el día que libras, o a la tarde, o… Pero el único dedicado es ese. Vas a Sopelana y no encuentras otro como él. Ese y el que se murió en Sudáfrica (risas). Los únicos dedicados.

¿Miki Dora?, ¿pero Miki Dora murió en Sudáfrica?, ¿de quién estáis hablando?

Uno sudafricano que vivía en la playa, que murió con cincuentaytantos años ya quemao… Cómo iba a estar de estar allí… Comía de lo que le daba la gente… El único que vivía allí en..., cómo se llama la ola esa de Sudáfrica…, Jeffreys Bay.

La conversación se va diluyendo, tenemos que ir yendo para el txoko. Despedimos a un miembro destacado del “club”, Argoitz Ruiz de Gauna, y hay que echar una mano a los que ya están currando. Nos queda la sensación de que quedan cosas en el tintero, pero no nos cabe duda de que ya habrá más ocasiones de hablar. Mila esker Juan!

EN EL TOKI: JOSERRA DE LA MAR (1)

EN EL TOKI: JOSERRA DE LA MAR (1)

Joserra y Markel frente al Toki

Esta entrevista sí que tiene lugar en el Toki, una tarde de agosto con olas. Laga Classic. Ante una cañita, Joserra va desgranando sus respuestas. Más que una entrevista, es una conversación entre colegas que se han juntado para esperar a la marea. Joserra es un hombre con cultura surf (y de la otra) que, antes de que siquiera se atisbara el vendaval retro, ya analizaba los orígenes, tanto de aquí y como de allí, no sólo desde el punto de vista estético, sino también ético, es decir, el “soul”: quiénes eran los pioneros, qué les empujaba a hacer lo que hicieron y qué fue de ellos después. Eso lo reflejó tanto en los fanzines que hizo junto con Álvaro Vega como en sus colaboraciones con la revista Surfer Rule.

Bueno Joserra, preséntate (risas).

(Risas) Esta la llevo preparando como toda la semana desde que vi la entrevista de Asier. No sé qué decir…. Sí sé qué decir: que soy el tío de Iosu de la Mar. Esa es la presentación más idónea, porque seguramente, porque la gente seguramente conocerá más a Iosu que a mí, porque yo hace tiempo que he desaparecido de Laga… Vengo, pero muy poquito. Yo empecé a hacer surf en el año 79, en verano, con mis hermanos, en una tabla vieja, e hice surf sobre todo en la década de los 80, aunque he seguido haciendo hasta el 2004, y sobre todo en Laga. Y aparte de eso, pues luego me dediqué a escribir sobre surf: cuentos en la revista Surfer Rule y en algún otro sitio también…

Joserra, eres uno de los que yo creo que tienen más cultura surf en la playa. Entonces, lo que me gustaría que nos contaras es los comienzos, tanto tus comienzos desde el 79 como las referencias que tienes de antes: cuándo se comenzó a surfear en Laga, cuándo comenzó la cultura de playa de Laga…, la cultura de que la gente venga a la playa, la aprecie, la haga un poco su estilo de vida o su centro de ocio…

Hombre, en el 79 la verdad es que el surf no era ninguna novedad, era algo que estaba ya bastante establecido, pero a mí me contó sobre todo Mikel Iturbe, en una entrevista que le hice para el fanzine aquel.., Sifón, que el surf lo trajo a Laga…, bueno, la primera tabla quiero decir, el recuerda en Laga, era el año 71, cuando Mikel empezó, por ahí puede ser…

71.

Pero no estoy seguro…, puede ser igual 69, 70, 71… No me acuerdo, porque me baila la cifra en la cabeza… Pero Mikel se acordará mejor…, o los Ibarra, ¿no? Y la primera tabla la trajo Augusto Unceta, el que era entonces presidente de la Diputación, que mató ETA, y que era muy aficionado a la playa… Y desde entonces hasta el 79, que empecé yo, pues ya se había formado una peña bastante considerable de gente. Los más…, bueno algunos de ellos siguen haciendo surf, como Iñigo Idarraga o Mikel Iturbe, o los Borchers, y cuando yo empecé ellos ya llevaban unos cuantos añitos, y hacían surf de puta madre para mí. Nosotros les veíamos y estábamos flipaos, sobre todo con Iñigo (Idarraga), César (Cimiano) y Martín (Idarraga) cómo salían del Toki, que igual habían estado fregando los platos, cogían la tabla y arrasaban el pico… Nosotros que todavía no teníamos ni tabla ni nada, digo nosotros por mis hermanos, pues nos quedábamos flipaos… Y en aquel entonces, cuando yo empecé, ya estaban los de Pedernales, “Fletcher” y compañía, estaban los de Lekeitio…. Bueno, los Borchers, por supuesto, que habían empezado casi con Mikel Iturbe, y ya había que pelearse por coger una ola… Los Ibarra… Ya había que pelearse. Quizá ahora haya que pelearse mucho más, no lo sé. Yo, también es una de las razones por las que no me tienta tanto meterme a coger olas, ¿no? Es que pelearse y eso es… Prefiero estar más tranquilo.

(Hacemos un inciso para ver si la grabación va bien) Me estabas contando Joserra la primera entrevista que hiciste…, ¿para el fanzine Sifón o…?

No…, para Surfer Rule.

Surfer Rule…, es verdad…

Le hice a Gonzalo Gandarias, y fui con papel y boli y grabadora. Y no grabó nada. Me dio apuro volverle a pedir otra y la hice con las notas de papel y bueno, coló…, metí la pata, pero…

Y quedó bien, ya la recuerdo…

Bueno, no sé si quedó bien, pero coló, quitando un error que me echó en cara él, “oye yo no he dicho esto” y tal, “bueno, ya sabes que a veces…”.  Y esto parece que es echarme un pegote, pero bueno es verdad que una vez tuve la suerte de cenar con Drew Kampion, aquí en Arteaga, en un campeonato de surf, y hablando de no sé…, le comenté que la primera entrevista que había hecho no me había grabado la grabadora, y él me dijo que le había pasado eso en una ocasión hasta dos veces, y que había hecho la entrevista tres veces hasta que grabó. Para que veas lo meticuloso que era el tío.

Eso es ética profesional (risas)… Bueno, ya volveremos al hilo cronológico de antes, pero has comentado una entrevista para Surfer Rule. Tú en Surfer Rule hiciste una sección que se llamaba “Narraciones Orilleras” y que se prolongó en el tiempo, que salía en cada número y que estaba bastante bien. Algunos de nosotros yo creo que identificábamos alguna referencia de tus relatos…, pero ¿en qué te basabas? Porque yo creo que reflejabas bastante bien cierta mentalidad…, yo creo que hasta el sitio y todo.

Sí, era Laga. Bueno, era Laga y Sopelana también, Mundaka…. Sí, Artemisa era el sitio ideal, como una especie de comarca… No me gustaba decir claramente si estaba en América o en Europa, pero era esto, ¿no? Y playa Lasaia era Laga y Punta Felona era Meñakoz. Claro, si te tiras a escribir y quieres contar sobre una playa, pues al final la playa que sale es la que tú conoces. Y los picos también son los que conoces… Se hablaba de Elantxobe... Sí, era la zona ésta… Urdaibai, pero también llegaba a Sopelana.

Se notaba como que no era el tópico del surf playero californiano, sino que era más del norte, más del Cantábrico.

Sí, es posible.

Volvemos al pasado y a ir por orden. El año 79. Tú empiezas a surfear. Sois una familia numerosa, me imagino que iréis todos a la playa, os vais turnando con las tablas y… ¿cómo vives tú el surf?, ¿qué es lo que te acerca, te atrae? ¿Cómo lo vives en casa?

Yo antes que el surf hice planking, que cualquier día lo cojo… Lo que pasa es que soy muy tímido y me daría vergüenza, pero el planking es una cosa a reivindicar.

Un planking es una alaia popular…

Sí, popular, para todo el mundo, sí. Es una tabla que se puede hacer cualquier….

(Irrumpe Sabin, el cuñado de César Cimiano)

Una entrevista con vista y con fundamento. Repito: con fundamento. Las cosas con fundamento, todos contentos…

Sabin, vas a salir (risas).

¡Borra, borra!

EN EL TOKI: JOSERRA DE LA MAR (2)

EN EL TOKI: JOSERRA DE LA MAR (2)

Narraciones Orilleras: Miguel en primer plano (con la "Bennet"), ante el ojo que todo lo ve.

(Sigue Joserra)

Recuerdo en Laga, cogiendo olas, que yo pensaba que iba por la pared con mis aletas. Y luego aparece la tabla naranja, la primera tabla que compartimos mis cuatro hermanos en ese verano del 79, que nos consiguió mi primo Edorta en Barrika, a un hijo de Kiko Ledgard, por 2.500 ptas.

Cuéntanos la historia de la tabla.

Kiko Ledgard era sobre todo un skater, que apareció por Barrika, con una tabla hecha puré, una tabla australiana, y cuando mi primo se enteró de que queríamos una tabla, lo comentó en Barrika y esa es la tabla que nos consiguió. 2.500 ptas. en la época es como ahora 60 €, es muy poquito.

Describe la tabla.

La tabla era moderna para la época. A pesar de que tiene dos metros, para entonces era pequeñita. Sería del año 75 o por ahí, estaba muy machacada.  No era para ola grande. ¿Round pintail puede ser?

¿Era una Bennet? Alvaro nos hizo una réplica, ¿no te acuerdas?

Sí, tenía foam de Bennet, pero no tenía ninguna marca. Tenía dibujado el ojo en la tormenta de Griffith, dibujado como a mano. No sé si era una pegatina, pero desde luego parecía muy artesanal. Tenía muchos golpes. Yo al segundo año la mande al taller totalmente desvencijada, vamos…

Le perdiste la pista, pero al de muchos años, apareció.

Sí, mis hermanos me la regalaron en un cumpleaños, porque no sé si se la habían vendido a un amigo que ya había dejado de hacer surf o no le interesaba seguir haciéndolo con esa tabla y la volvieron a comprar. Yo la tuve en mi casa de Elantxobe hasta que no sé cómo si en alguna exposición, en alguna fiesta o en alguna cosa de estas terminó en el museo que tiene Iñigo Idarraga, en el lugar principal, espero.

Algún día habrá que hacer una exposición del material de Iñigo y de todas las cosas que hay por ahí, pero bueno, aprovechando lo que nos has contado… Tú viviste la transición de la single… Cuando se empezó a surfear en Laga, si es que no hubo algún pionero anterior que  desconocemos, ya se había hecho la transición, ya se había vivido la “shortboard revolution”. Tú ya entraste a surfear con tabla corta. Tablas con más volumen, tablas que no son las tablas cortas de ahora, pero que eran tablas cortas. ¿Cómo viviste la transición al thruster?

La tabla de Unceta no era un tablón ya, no era de punta redonda, ni la primera que tuvo Mikel Iturbe Eran singles, eran lapiceros. Y la transición…, la verdad es que yo nunca he sido muy avanzado en el sentido de tener la última tabla. Yo me acuerdo que tuve una de tres quillas, pero que era para ir con dos o para ir con una. O sea, que tenía tres cajetines, pero era para cambiar, una Rocky que le compré a Rudi. Y luego, empezaron a aparecer…, yo creo que primero fueron las dos quillas, primero los Ibarra, que fueron a Biarritz…

Claro, nos hemos olvidado la transición al twin de Mark Richards, que era el ídolo de aquella época, ¿no?

Sí, descarao.

Bueno, cuéntanos la transición del single al twin y del twin al thruster.

Por el twin no todo el mundo pasó, porque el twin duró muy poco tiempo, enseguida apareció el thruster. Yo no tuve una tabla de dos quillas. Bueno tuve otra…, yo creo que fueron dos tablas que tuve de tres cajetines… Pero era una gozada lo de las dos quillas. Yo me acuerdo la Mark Richards de Luis Álvarez, aquella andaba de vicio, giraba sola, y como tenía mucho volumen, era fácil de andar. Y no recuerdo como un impacto que apareciese la primera tabla de tres quillas. No recuerdo ahí, de quedarnos todos alucinaos. Seguramente serían los Borchers, aparte de que Rudi trajo de Sudáfrica un montón de tablas de tres quillas, y yo la primera que usé fue una de Rudi.  Pero estuve con la Rocky de tres cajetines bastante tiempo una vez que habían salido ya las de tres quillas. Bueno sí, tuve una Barland que apenas usé, que Barland enseguida se apuntó a las tres quillas. Pero no lo recuerdo así como “oh, qué impresión, tres quillas, vamos a pasarnos todos”. Tú igual sí.

Bueno, yo cuando… Pero no estamos hablando de lo que haya vivido yo (risas).

Vale, vale, como quieras.

Has mencionado a Barland. Eso me sirve para encajarte la siguiente pregunta, que es ¿cómo se conseguía el material? Porque vosotros conseguíais el material donde estaba disponible… No estaba tan fácil como ahora, ¿no?

No.

Tenías que ir a Biarritz, tenías que ir a Sopelana, o lo traía Rudi… Era un poco de todo.

Sí, al principio lo que recuerdo es la tienda Banana, en Sopelana. La primera tabla que compré, con el dinero que había ganado dando unas clases era una Roger Cooper….

Roger Cooper, ¿eran inglesas, no?

Eran inglesas. Pero era muy pequeña y la quité enseguida, pero esa ya la compré en Banana. Pero nos gustaba ir a Biarritz porque allí había….

(Irrumpe Iosu, su sobrino). Hombreeee Iosu!!!

(Iosu) ¿Qué tal andamos? Bueno, Joserra!!!

Nos gustaba mucho ir a Biarritz, porque había mucha más oferta. Había un montón de tablas. Sobre todo había una tienda que había, no me acuerdo la calle… Freedom. Ahí había cientos de tablas y era una gozada. Y luego, pues…, Jo Morraitz, como más de calidad. Y luego estaba Barland, en Baiona. Pero Barland era como más de batalla igual. Pero yo no compré ninguna tabla en Biarritz. Las compré todas a Rudi, que le compré dos… Antes se cambiaba de tabla mucho menos que ahora. La gente no tenía… ¿quiver se dice, no?

Sí.

Tenía una tabla y entonces no había tanto movimiento. Lo de comprar en Mundaka también era muy común, supongo que seguirá existiendo, a los guiris que pasaban por allí. Yo me imagino que la tabla ésta (NR: se refiere a la Bennet)… No. Pero de ese estilo, se compraban a los guiris de Mundaka que se marchaban ya, porque las vendían por cuatro perras. Pero yo la primera la compré en Banana y luego a Rudi. Y a Luis Alvarez le compré la Oasis.

Era más como un mercado de segunda mano, ¿no? Hasta con los trajes también.

Sí, con los trajes también. Yo nunca compré un traje nuevo, salvo el primero, que era un long-jhon, sin mangas. Lo demás de segunda mano. Nunca he sido de tener lo último.

Ibas a Biarritz. ¿Cómo era pasar la muga en aquella época? ¿Había ambiente surfero? ¿Se notaba que tenían algo más de tradición que nosotros, o no lo apreciabais?

No creas que lo viví mucho. Íbamos a hacer compras y tampoco… Hombre, se veía que había más tiendas, ¿no? Pero no vi hacer surf en invierno. No vi el ambiente.

EN EL TOKI: JOSERRA DE LA MAR (4)

EN EL TOKI: JOSERRA DE LA MAR (4)

Portada de Sifón: Cesar Cimiano, Iñigo Idarraga, Martín Idarraga, circa 1980.

Zarandona.

Zarandona… Joer… Nosotros le llamábamos Hulky…, por su corpulencia seguramente. Y era un casta el tío. Tenía una furgoneta, la primera furgoneta surfera…

Una T-1.

Tenía una tabla  Jerónimo azul y blanca preciosa…, y era un poco como la fiesta….

La parte lúdica del surf.

La parte lúdica del surf... Además llevaba siempre buena comida en su furgoneta.

Así como Rudi Borchers podía ser la parte más intensa, de los 70…

Y me acuerdo las sesiones en Ogella, con Iñigo Ibarra… Que Jon Mikel cogía una ola y Javi Zarandona también. Y le decía Jon Mikel Ibarra, “pero no me jodas Javi, no me jodas” y Javi le contestaba “venga, que en una ola caben dos”. Y era un poco la risa…

En aquella época Javi Zarandona pasó de moda, pero ahora su actitud es de lo más moderno, ¿no?

Es posible, no sé. ¿Por qué lo dices, por la furgoneta y eso?

No, no sólo por la furgoneta. Digo por su actitud, porque en aquella época lo que se llevaba era ser muy radical, ser muy intenso, ir a saco y ser celoso de tu ola.

No sé. Coincidimos poco tiempo con él. También lo dejó muy temprano, ¿no? Sí, él se lo pasaba bien. La verdad es que disfrutaba como nadie y era muy divertido.

Bueno, han salido muchos nombres, no me gustaría dejarme a ninguno de aquella época… Ya irán saliendo en otras entrevistas, pero te quería preguntar por alguien que hemos visto de vuelta hace poco aquí en el Toki: Alvaro Vega.

Ah, joe Alvaro (pausa). Alvaro Vega era… Nosotros pasábamos muchas horas en la playa, me imagino que todo el mundo lo hace y lo sigue haciendo, y las tertulias eran interminables., y lo de oírle a Alvaro…

Y no existía el parte de internet, el móvil ni nada, ni todo el mundo tenía coche.

Pues igual, pero es que era venir a las 9 de la mañana y salir a las 11 de la noche. Era estar todo el día. Y cuando Alvaro nos empezaba a contar sus aventuras es que era de morirse. Lo cuenta todo de una manera que le da vida. Solía venir en una moto, una Puch, creo, y nos turnábamos todos para usarla. Empezó en una Tiki de Mikel de dos quillas… Empezó antes su hermano Kili, pero vino con él. Y luego con Alvaro he hecho muy buenas migas porque hicimos juntos los fanzines y los primeros OST.

Ya hemos perdido el hilo cronológico, pero está interesante la conversación. Ya volveremos a tu vida activa de surfero, pero ya que ha salido el tema de los fanzines… Tampoco tenía en aquellos tiempos mucho espacio, salvo en los EE.UU., que estaba Drew Kampion, Warshaw…, pero aquí no había nadie, salvo algún apartadillo de relleno, que se fijara en cosas alternativas a lo que era un poco surfear como un pro.

¿Te refieres a sacar unos fanzines?

A las proyecciones que hacíais de Gidget…

Ya. Era seguir el stoked, y a Drew Kampion y a las Surfer antiguas… Y es más, yo creo que ahora tampoco hay, por lo menos en la prensa. O sea, hubo una época que salió el Glide…, pero ha vuelto a pasar a segundo término. Y a mí me parece que es lo más bonito del surf, la tradición que tiene. La tradición de continuos rupturistas, de continuos revolucionarios.

Está claro. Porque además es útil, porque lo que ha traído esta revolución es que ha vuelto a las tiendas y a las salas de shapeo material que anda, material que sirve.

Ah, te refieres a lo retro.

Sí.

Yo no sé si sirve. En su momento sí sirvió, está claro. Y es una forma de entender la historia del surf. Si ves un video…, uno de los últimos que he visto es el del campeonato de Puerto Rico del 68, después de la revolución de las tablas cortas…

¿El siguiente al que ganó Nat Young?

No sé si el siguiente o al de dos… Y es un paso atrás, porque lo gana Fred Hemmings con un tablón…

Que ya es el canto del cisne…

Sí, pero vamos que es tablón.

Sí, porque el siguiente… Vamos, no estoy seguro, pero creo que no se celebra… y el siguiente lo gana ya Rolf Aurness con una 6´8, que en el 70 es considerada una tabla larga casi. Todos sus competidores iban con menos de 6 pies.

Rolf Aurness…, no he visto. Sí sé cómo fue la vida suya, que se retiró muy pronto y tal, pero a pesar de la revolución de las tablas cortas, todavía lo que ha evolucionado desde aquellos años, a finales de los 60, ¿no?

Y lo que le queda.

Bueno, no sé si le queda, porque ves cosas ya que te parecen inimaginables. Supongo que sí le quedará.

Yo creo que sí. Pero seguimos básicamente utilizando la tabla convencional de foam y laminada en resina y fibra de vidrio… Vamos a volver a lo de antes: el material duraba más, se intercambiaba más… Entonces ¿qué grupo formabais y cómo os movíais? Porque me imagino que ahora está todo visto, puedes entrar en internet y ver todas las características de todos los spots del mundo. En aquella época, ¿cómo descubríais nuevos spots, qué significaba eso?

Nosotros nos movimos poco. Miguel y yo hacíamos surf entre semana en Sopelana, Barrika y Plentzia. Una vez que llevamos a la gente de Laga un día que funcionaba Barrika perfecto y aquello fue un jolgorio total, se lo pasaron muy bien. Pero no éramos igual como Rudi o los Borchers de ir un día que no hubiera olas a Las Landas o a Asturias… Y viajar…, yo he hecho dos viajecitos y ya de viejo. Pero los Borchers si fueron ya a Sudáfrica en los años 80, creo…

Yo creo que estaba el apartheid todavía.

Sí, seguro. ¿Y quién más? No, no éramos de viajar. Está el viaje a Puerto Escondido con Julen Uriarte y Josu Muniategi.Pero seguramente es una cosa que ha venido con los nuevos tiempos. Te quiero decir que no era solamente que en Laga fuéramos unos aldeanos. Y yo le he preguntado a Jon Susaeta, le he preguntado a Gonzalo Gandarias qué viajes han hecho y no…

(Inciso: Alvaro nos graba con una cámara).

Antes se viajaba menos, había menos gusto de viajar… Yo te digo por Jon Susaeta, por Gonzalo Gandarias, incluso Jesús Fiochi, que podía haber sido una persona que hubiera podido haber viajado a tope, el viaje que recuerda es a Canarias.

¿Canarias era como nuestro Hawaii?

Sí, sí.

El que viajaba a Canarias ya tenía un label, ¿no?

Eso es. Es el viaje que hicieron los pioneros y que seguía haciendo la gente. El ir a Indonesia y eso yo lo recuerdo como mucho más posterior.

En aquella época sería ciencia-ficción ir a Indonesia…

Sí, nadie se lo planteaba. Yo quise hacer algún viaje a Galicia y eso, y al final no salió… En fin.

¿Qué diferencia había entre Sopelana y Laga? Laga siempre ha sido muy especial. Ha sido una playa abierta, pero que ha tenido su propio ambiente.

Sí, Laga siempre ha sido como Bakio, de estar en casa, y en Sopelana (se lo piensa)…, había más movimiento de gente y otro nivel de competitividad. Barrika también era una playa más tranquila, y Mundaka ya ni digamos, pero Laga era tranquilo.

EN EL TOKI: JOSERRA DE LA MAR (3)

EN EL TOKI: JOSERRA DE LA MAR (3)

Mariasun y el inicio de todo.

No veías longboard porque el longboard, aunque algunos no lo crean ahora, estuvo desaparecido durante muchos años.

Sí, claro, sí.

Hasta en Biarritz, que aunque ahora parezca la cuna del longboard…, no se hacía longboard en aquella época.

Yo creo que no.

No había disponibilidad de tablones.

Hasta que se empeñó otra vez Nat Young y compañía, ¿no? Sí. Yo me acuerdo una sesión en Laga, que vinieron unos tíos con un longboard y Mikel Iturbe se acuerda también, no sé en qué año. Sería en el 80. Yo estaba con una tabla enana…, primeros 80. Vinieron unos tíos con un longboard y nos dejaron flipaos, pero flipaos. No cogíamos ni una y ellos hacían virguerías desde atrás. Y eso puede ser una excepción. A lo mejor sí existía la llama, ¿no?

Sí, podría ser, pero no era corriente.

No, no era corriente.

Y entonces, no creo tanto ahora, pero entonces era muy marcada la diferencia entre surf de invierno y surf de verano, surfer de invierno y surfer de verano, ¿verdad? No se consideraba que eras un surfer hasta que pasabas tu primer invierno.

Ya. Hombre, claro. Pero sigue siendo así, ¿no? Me imagino que seguirá habiendo chavales…

Yo no sé. Yo creo que ahora, está muy bien, está más normalizado, es un deporte más. Sigue teniendo algo muy especial para todos, pero yo creo que ahora es algo más corriente. Ya no hay esa mística del surfer como había antes, ¿no?

Hombre, desde luego. Ya todas las escuelas que hay, ¿no? Como para que haya místicas. Se intenta divulgar. Pero yo me imagino que seguirá habiendo chavales que tienen su tabla en verano y el traje no se lo compran hasta que de verdad les gusta. En verano sigue habiendo mucha más gente haciendo surf que en invierno, o sea que no creo que haya cambiado mucho eso. Pero no sigo de cerca. No he visto una buena sesión de surf en Laga o Sopelana hace tiempo.

Tengo ganas de preguntarte eso que seguro que has vivido, que es Ogella. Ogella es un spot muy querido por nosotros, la gente de Laga. Incluso nos sentimos mucho más cómodos en Ogella que en Mundaka, históricamente, salvo unos pocos. Cuéntanos tus comienzos en Ogella, si sabes quién la surfeó por primera vez…

Bueno, a mí me han dicho en las entrevistas que hice  para Surfer Rule… Una de ellas fue para Jon Susaeta y él se atribuía el haber sido su cuadrilla los primeros que habían hecho surf en Ogella porque su madre era lekeitiana y le sonaba haber visto olas algún día en Ogella y Jon, que es uno de los pioneros que empezó en el año 68 en Sopelana pues investigó, y no sé si hacia el año 72 o algo así, fueron según él, los primeros en hacer surf allí. Antes de hacer nosotros, nos contaba el primo Edorta que Ogella era un sitio muy bueno y aquí la gente no hablaba de ello. Sin embargo es posible que los Ibarra y Roke se metieran algún día antes. Pero no era habitual. Era más habitual ir a Lekeitio.

El spot de olas grandes era Lekeitio.

Sí, el spot de olas grandes era Lekeitio, por lo menos en los primeros años, los primeros inviernos, porque era la ocasión de ir a Ogella.

Había una foto de Lekeitio en alguno de tus fanzines, creo.

No me acuerdo.

¿Cómo era Ogella en aquella época, como lo recuerdas la primera vez?

La primera vez no había olas para Ogella. Fuimos los hermanos y no había olas, pero nos metimos aún así. Esa fue la primera vez. Pero la segunda ya, cuando vimos un pico rompiendo, eso es adrenalina. Es decir, eso es surf de verdad.

Sí, esa sensación es la que sigues teniendo cuando a veces vas a Ogella y está bien. Bajas la cuesta… Pero en aquella época la cuesta no estaba asfaltada.

No. Se contaba que a Gandarias, que solía ir bastante en invierno…

(Otro inciso con Iñigo Urkiola que se acerca a saludarnos).

Que a Gonzalo Gandarias le tuvieron que llevar con el tractor. Era algo muy usual que a la gente le tuvieran que llevar con el tractor, porque en cuanto llovía un poquito, los coches se quedaban. Nosotros tuvimos más suerte. Pero sí, era un camino de barro y piedras.

(Otro inciso: Miguel de la Mar, el hermanísimo).

Yo lo que he oído también, aunque ya en mi época quedaban pocos locales de Lekeitio habituales, pero en aquella época sí.

Sí, Antón, y…, cómo se llamaba el otro. No me acuerdo…,Fran. Había un par de coches que solían venir aquí, y era un coñazo porque tocaban a menos olas, pero es probable que también frecuentaran Ogella antes que nosotros. Yo recuerdo sobre todo un día de verano, de estar todo el día, varios baños…

¿Cuánta gente te podías encontrar en Ogella en aquella época?

Había gente, había gente. Igual no era el primer verano, era el segundo…

¿En verano Ogella funcionando?

Sí, porque me acuerdo a pelo.

¿Es verdad el mito de que antes había más olas y eran más grandes o es sólo nuestra imaginación?

Yo tanto, no… Pero he leído a Fiochi que tiene un diario de olas de cada vez que se mete, un diario de baños, y dice que sí.

Que hay menos olas.

Sí, el tío se ha metido 50 años, así que…

Bueno, yo he oído que Alfonso Fernández también ha llegado a la misma conclusión.

Yo no controlo tanto, no puedo decir, pero me extraña mucho. Tony Butt también lo dice.

Toni Butt es oceanógrafo, así que es una voz autorizada.

Sí.

Te voy a preguntar por tres nombres míticos para nosotros, chavales de Gernika, del surf de Gernika: Rudi Borchers, Roke Dublang y…, Zarandona.

Ya…, bueno, a ver, Rudi Borchers era un poco como un gurú, ¿no?. Tenía el mejor material…

Eran un surfer dedicado.

Dedicado, yo creo que dominó Mundaka. De repente, se transformó. Yo le vi un día en Laga y tenía un backside increíble… Y es que había pillado Mundaka igual a tope todo el invierno. Pero yo creo que lo dejó hace años y tampoco se mete ya… Era un tío que si quería coger olas se recorría toda la costa. Y luego se fue a Sudáfrica, con Alberto, probablemente uno de los primeros en viajar. Y eso, de tener el mejor material… Puso la tienda… Sí, pues un poco un gurú, ¿no?

¿Y Roke?

Roke daba un poco de miedo (risas), con Iñigo Ibarra, macarreando el pico (risas). Ponlo, no creo que se enfade (risas).

(Risas) Aquí,  esto es micrófono abierto y libre.

Andaba con boogie hasta que un buen día empezó poniéndose de pie.

¿Pero con un boogie, boogie, de verdad?

Sí, sí, un Morey Boogie.

Entonces, estaban disponibles en aquella época. No son un invento de hace dos días.

Bueno, el primer boogie, no sé si de toda Euskadi, fue el de mi hermana. No sé si te acuerdas de cómo era. Era azulito, por debajo blanco… Bueno, no sé cómo decirte, era pura espuma.

¿Luego lo heredó Andrés?

Sí, lo compartían los dos, sí. Eran carísimos, pero se veía que a la gente le daban confianza y enseguida dejó el planking por el boogie. Pero es verdad que no eran fáciles de…, había que ir a Biarritz a comprarlos. ¿Y quién era el otro?

EN EL TOKI: JOSERRA DE LA MAR (5)

EN EL TOKI: JOSERRA DE LA MAR (5)

Agosto o septiembre de 1992, fiesta de bienvenida en casa de Josu Muniategi a los que habían hecho el viaje a Puerto Escondido. De arriba a abajo, de izquierda a derecha: Asier Reguilón, Iñaki Muniategi, Julen Uriarte, Edurne Alluntiz, Virginia, Iciar Anakabe, Martin Idarraga, Maitena, Bittorio San Miguel, Iñi Idarraga, Txarli Borchers, Mariasun de la Mar, Eneko Reguilón, Fede Madariaga, Miguel de la Mar, Josu Muniategi, Luis Alvarez, Eneritz Etxabe, Patxo Rey, Joserra de la Mar (detrás, con la cabeza agachada), Cesar Cimiano, Gabriel de la Mar, Alberto Borchers, Marife Aberasturi.

Yo creo que la gente quería que fuera así. Yo me acuerdo de que en aquella época, no sé…, ahora también puede haber algún chaval que ande bien y seguro que podría competir, pero yo recuerdo que en aquella época había surfers, podría ser Alex Borchers o algún otro, que podían competir de igual a igual en los campeonatos con gente de por ahí. Había…

¿En cuanto a nivel, que había nivel en Laga?

Sí.

Sí, sí, en cuanto a nivel Alex Borchers siempre ha tenido mucho nivel, pero yo creo que nos dan un baño todavía no (risas). Ahora no sé, pero entonces sí, tenían otro nivel. No me acuerdo ni qué campeonato ni en qué año, pero fuimos a acompañar a Iñigo Idarraga a un campeonato en Gros, y pasó una manga echándole a Juan Garate, que había sido tercero de Europa y tal, así que sí, es posible que hubiera nivel, pero yo lo pongo un poco en duda.

Yo creo que era más bien una cuestión de actitud. Igual compitiendo no se daba el callo.

Ya. Hombre, a nosotros cuando venían - alguna vez que venían –Imbert y…, ¿quién más venía por aquí? Bueno, claro Imbert era el mejor, o Douglas, nos quedábamos un poco atontados… Éramos un poco deudores del surf de fuera, nos sentíamos un poco inferiores. Los sudafricanos…, bueno, los sudafricanos andaban mucho.

Entonces pasaba mucho guiri por aquí. Yo creo que ahora se van a Indonesia, se van a sitios de revista que les pillan más cerca y más barato, pero en aquella época el viaje de fin de carrera de los australianos era venir a Europa, y era parada obligada venir aquí.

¿Y ya no vienen a Mundaka?

Yo creo que ya no tanto, les queda fuera de temporada o….

Hombre, los viajes se han hecho mucho más fáciles… No sé cuál es la explicación. Antes tampoco era difícil, ¿no? Quizá haya bajado el coste.

Pero era caro.

¿Ahora es más barato?

Yo creo que sí.

Sí, es posible. Y ahora, pues eso, se juntan cuarenta en un pico en Indonesia. Se juntan tres barcos y lo han petao.

Es que como en casa en ningún lado, está claro. Pero te voy a lanzar otro nombre. Vamos a seguir la entrevista igual más con nombres que con situaciones: Mike, el americano de Lekeitio.

No le traté mucho…, pero era un tío que cogía a pelo.

Pero tenía su leyenda, Mike.

Pero no la he oído hasta hace muy poco, lo de que había estado en Vietnam y eso… No trate con él. Sigue por ahí, ¿no? ¿Le vas a entrevistar?

Lo voy a intentar, pero es bastante esquivo. Voy a intentar entrar con enchufe…, pero me gustaría entrevistarle.

Seguramente tiene una historia muy buena. Pescaba y eso, ¿no?

Sí, ha sido arrantzale, se ganaba la vida con eso.

Sí, hombre, ya sabes. Ves a un tío sin tabla en el agua y bueno, “allá él”, ¿no? No es competencia, no traté con él. Por aquí vinieron algunos sudafricanos por los años 80 también, varios veranos seguidos.

Venían a competir, creo. Entonces el circuito no estaba muy bien articulado y había pruebas sueltas, en Lacanau…

En Lacanau, yo creo que sí…, pero alguno era muy hippie, no venía a competir, ¿eh?

No, no venía a competir, pero yo creo que de paso, lo hacían.

Ya.

Vamos a cambiar ahora de spot. Laida.

Ah, no, yo Laida nada.

¿Nada?

Estuve a punto de pillar una buena sesión, pero no sé qué paso y no. Y fíjate si he pasado veranos en Laida, y nada.

¿No se apreciaba, no rompía bien, no lo veíais claro, Laga estaba más cerca y más cómodo?

Con tamaño, igual sí, pero con pequeño como hacéis ahora… Con tablón igual es distinto, pero con una tabla pequeña… Alfonso sabrá mejor.

Sí, a ver si se lo pregunto. ¿Había diferencia entre antes y después de las inundaciones (del 83)? Eso que se dice que Mundaka rompía mejor antes…

Mundaka no lo sé. Las inundaciones yo las pasé aquí.

¿Y cómo las recuerdas?

Estábamos comiendo con mi familia aquí en el Toki. Y después de comer fui al 133 para volver a Laida, a echar la siesta, y vi que venía Eneko Reguilón. Y me dije “si él puede venir, se podrá salir”, y ya no pude. Podían ser las 3. Estábamos aislados en Laga. La gente que no había salido antes se quedó aislada en Laga y pasamos toda la noche esperando a ver si subía la marea y teníamos que salir nadando. Poniendo la radio, me acuerdo en la roulotte de los socorristas. Estábamos los Reguilón, los del Toki (César, Iñigo y Martín). Y al día siguiente vino alguien y dijo que había un paso por la Esponja y nos fuimos por allí.

Andando.

Andando. Pero esa noche tuvo hubo un cambio, porque el río salía por la derecha, y apareció un boquete terrible de grande por la mitad de la playa, con dos metros de profundidad.

Lo que se dice es que Laga antes era un spot en el que sólo salían derechas… Por lo menos lo que se pillaba, lo que se apreciaba, era la derecha. ¿O tú siempre has visto izquierdas?

No, siempre ha habido izquierdas, sí. Es más, te iba a decir que antes se formaba más fácilmente la izquierda, porque salía el río más naturalmente por la peña, y en cambio ahora, con la canalización que hicieron, sale por el Muelle. Entonces no crea esa corriente que decían que era un rivermouth los de fuera. Igual no era un rivermouth, pero en marea media o así se creaba una izquierda que… Ya al principio, sí.

Otra cosa que trajeron las inundaciones es que se hizo el actual camino, ¿no? Porque el de antes era un caminillo estrecho, mal asfaltado. El que iba de Laida a Laga, la carretera.

Sí, bueno, sí. Pero eso no ha cambiado mucho.

¿Y siempre ha habido mucha gente en verano?

Sí. ¡Pero si tú eres casi de mis años!

Sí, pero yo prefiero que nos lo cuentes tú.

Ya. Sí, mucha gente. Mucha gente haciendo surf y mucha gente tomando el sol. Muchos líos con los bañistas… Pero yo recuerdo de aquella época pelea… Angustia de que viene más gente, que cuidado que nos quitan la ola.

Había un sentido de localismo fuerte.

Sí. Estás en el pico y uy, que viene otro coche y…

O sea, no existía la solidaridad entre surfistas.

Eso de estar entre amigos y eso, yo no lo recuerdo. Y recuerdo que eran un poco macarras algunos de Pedernales, Flecher y Platanito, en cambio Tobalina y Manili o Alvarito eran como de casa.

EN EL TOKI: JOSERRA DE LA MAR (6)

EN EL TOKI: JOSERRA DE LA MAR (6)

Joserra en 2004. Foto: Koldo Goitia.

Tus días de surfista discurren plácidamente hasta que, como a todos en esta vida, te llega el momento de bajar el pistón. ¿Lo viviste de forma natural o tenías un sentimiento de renuncia?

Más bien de forma natural. Y luego coincidió con el hecho de tener que ir a vivir a Las Arenas por el trabajo, y ya estaba más lejos de la playa. Porque estando en Elantxobe todavía, pues me tentaba un poquito el mar. Eso fue en el 2004. Todavía hasta entonces me metía de vez en cuando, porque no tenía traje de invierno. O sea, lo había ido dejando. Pero en verano me cogía el corto y me pegaba algunas sesiones. Y llega un momento en el que piensas que no vas a disfrutar lo suficiente. Tienes que pelear y no vas a estar en forma cuando llegue la sesión buena. Y eso de tener que pelear yo lo llevo mal. Es una de las razones por las que yo prefiero la Esponja.

Es verdad (risas). Qué gran olvido. Eres un fanático de la Esponja. Eres un local de la Esponja, más que del Peñón.

Bueno, si veo que hay olas para la Esponja, y a no ser que esté vacio el Peñón, prefería ir para la Esponja.

Tiene su punto y sus momentos, es verdad.

Ha habido sus barritas, sólo que es muy inestable. Igual el Peñón lo ves más fijo, más estable.

Lo que pasa es que el surf es un deporte para vagos. Por mucho que tenga esta imagen de ecología y demás, si puedes llegar con el coche hasta casi el pico, mejor.

Naaa, no creo que es eso. Yo creo que la ola va bajando de altura, para empezar, porque entra menos. Hombre, y luego hay gente gregaria también, que donde ve alguien es donde se mete. Pero también ha habido temporadas de meterse la peña en la esponja.

¿Cuál fue tu última tabla?, ¿qué tabla tienes ahora?

Yo tenía una Oasis que le compré a Luis Alvarez, una tabla muy grande, no sé, 6´6 o así, y ancha. Una Oasis, ya sabes, de las que hizo Rudi… Pero me la robaron del coche, y estaba sin tabla, y sin dinero para comprar, y me dijo Iñigo “pues tengo yo una para ti” y tenía otra Oasis de alguien que había dejado de hacer surf y estaba ahí en el Toki atrás. Y esa es la que tengo ahora, igual de grande, pero más delgada, más estrecha.

Pero una tabla corta…

He dicho 6´6, pero puede ser 6´11, yo que sé, no me acuerdo ya de las medidas.

Por debajo de 9´, corta.

Corta, sí. Yo con tablón, he usado una Barbarito. Hombre, pues relacionado con lo que decías antes de si es una renuncia el dejar (de hacer surf), pues igual en parte no me acostumbro a la idea de hacer otro surf… Ni que hubiera tenido un surf de la leche… Pero no sé, el cambiar de tabla por el hecho de no poder remar ya con suficiente fuerza, me ha parecido que era ya el momento de dejarlo. No quiere decir que cualquier día no me compre un tablón.

¿Y qué proyectos tienes ahora relacionados con el surf?, ¿qué relación tienes con el surf ahora mismo?

Pues eso está bien… Hay mucha gente que cree que el surf es un deporte que lo  tienes que practicar, y yo creo que no.

Hay una cultura detrás, ¿no?

Es que el fútbol puedes ser aficionado sin necesidad practicar, porque si no no habría campos de fútbol en el mundo para todos los aficionados. Puedes seguirlo. Yo ahora no compro revistas, pero sigo sobre todo internet. Vuestros blogs, que son una gozada…, está muy bien.

Habría que actualizarlos más (risas).

Bueno, bien, pero… Y ahora más con Facebook igual y las actualizaciones que hace la revista Surfer...

Sigues en contacto con el mundillo.

Sí, eso sí. Surf 30…, todos los blogs, Costa Surf, mis amigos entre comillas de facebook... Y de vez en cuando compro alguna revista. Y este sábado he visto Ride the Wild Surf.

De Bruce Brown, ¿no?

Nooo… Esta es una película pastelera, pero en la que interviene Miki Dora.

Ah, es la famosa en la que a Miki Dora le pagan por ir a pillar Waimea y el tío no le hace nada de gracia, pero se lo hace.

No le hace nada de gracia y pierde pelo y le sale una úlcera y se le cae el pelo, pero el tío se convence de que le iban a dar el papel protagonista encima. Y nada, no pensaban darle el papel protagonista, sólo le querían de doble. Y se le ve coger un montón de olas me parece que pasándolas putas en todas. Se le ven un montón de wipe outs y un montón de aspavientos con los brazos como que…

Iba corto de tabla (risas).

Seguramente. Pero bueno, me gusta como parte de la cultura del surf. O parte de la cultura popular si quieres, porque el surf trasciende un poco el hecho de la playa… Y cómo se trató eso en los años 60 como si fuera un….

Sí, como el concepto de Zarandona, ¿no?

Ya… Sí, aquí se ven sobre todo las fiestas de los surfistas, ¿no? Y las barbacoas, y las apuestas y eso.

Tú has hablado cuando hiciste los fanzines y en esa época que tuviste de investigar un poco los orígenes del surf aquí, hablaste con algunos pioneros. ¿Qué sensación te transmitían?

Hombre, que fue importante ser pionero. Fueron un poco, iluminados. Hablé con los principales y…, pues que hicieron algo que tuvo mucho mérito. Porque en la España de los años 60 era un poco inconcebible la idea de concentrar todas tus atenciones en coger olas, ¿no? O simplemente el hecho de coger olas cuando había bandera roja…

Incluso en los 80 no estaba tan normalizado, ¿no?

Ya, pero es que si de los 80 a los 90 nos parece que hay cambio ya, de los 60 a los 80 puede ser algo…

Increible…

Les sacaban los socorristas. Las tablas…, cómo las conseguían…

Se las fabricaban, ¿no?

Hay varios inicios… Bueno, sobre todo hay uno, el de Asturias, que tiene que ver con una tabla fabricada con la Mecánica Popular… Y el de Iñaki Arteche en San Sebastián. Pero Merodio también se hizo su primera tabla. Jesús Fiochi tapó la pegatina de Barland, Baiona, y les decía que se la habían traído de Hawaii… Y entonces, estuvieron un año sin saber que podían conseguir tablas cuando las tenían relativamente cerca. Entonces Merodio se hizo una tabla, con la Mecánica Popular, y luego fue uno de los factótum de la Casa Lola, de la experiencia esa hippie que hicieron en Somo.

Vamos a poner una referencia a tu fanzine. Qué pena que en el blog no se puedan colgar pdf´s y así porque lo tengo y lo podríamos escanear y ponerlo en la red un día, ¿no?

Yo lo puedo tener en  pdf, sí.

Podríamos seguir hablando largo rato, pero te voy a dejar a ti que nos digas algo, si nos hemos dejado algo en el tintero…

No sé, lo que pasa es que yo soy un poco lento como para… No me acuerdo. Bueno sí, recuerdo con especial cariño las veces que intervine en el programa de Roge Blasco de Radio Euskadi hablando de historia del surf, todo un lujo.

Pues… Eskerrik asko Joserra!

EN EL TOKI

EN EL TOKI

Como dije, voy a intentar traer al blog cosas interesantes. Empiezo con una serie de entrevistas en vivo, a ser posible no vía frío intercambio de mails, y a ser posible, a celebrar en el Toki. De ahí el título. El Toki, su terraza, barra, mesas y comedor han sido y son piedra angular de nuestra movida playera.

Asier Hernando, “Kabratxo”, es nuestro primer invitado de esta serie de entrevistas que van a intentar reflejar la escena de Laga a través de su gente, en conversaciones cara a cara. La entrevista, que curiosamente, a pesar de nuestra intención, no tiene lugar en el Toki, se queda corta para tantos recuerdos, anécdotas y vivencias… Asier, pese a su juventud, tiene muchas cosas interesantes que contar aparte de lo meramente surfístico. Es una gran persona, muy comprometida con intentar cambiar las cosas, de lo que encima ha tenido la suerte, y el mérito, de hacer su profesión. Y es sobre todo, un gran amigo.

Ondo ibili, Asier.

Asier eta Markel, Laidako parkinean.

EN EL TOKI - ASIER KABRATXO1

EN EL TOKI - ASIER KABRATXO1

Preséntate.

Hola, soy Asier, Kabratxo para los de Laga, y los últimos años me ha tocado vivir sobre todo por América Latina, antes estuve unos cuantos años de socorrista, en Ogoñope desde su comienzo, dando clases de surf con el Markelius y qué más decir, pues de Laga, local de Laga.

Cuéntanos un poco tu vida, ¿cómo empezaste en esto del surf, cómo llegaste a entender el surf como lo entiendes ahora?

Pues en el surf comencé con un boogie que me regaló mi Ama, no sé, con diez o doce años y comencé los veranos a ir a Laga. Yo siempre veía a los mayores con la tabla, Txarli Borchers, Martin…  y desde que comencé con el boogie y cogí mi primera ola pues ves que eso te genera algo que antes no habías sentido, y te obsesionas y lo disfrutas tanto que ya no lo pude dejar. Con 14 años, comencé ya a entrar en invierno, en 8º o 7º de EGB. Con un traje Sealand, que me quedaba pequeño (yo ya medía como 1,85) y desde entonces hasta ahora con total pasión. Al principio sólo con boogie, como hasta los 19 años. Entraba en Mundaka, Meñakoz, en todo… En invierno entraba mucho con la gente de Bakio, los primeros años, y ya después en Laga todo el día.

Fuiste local de Bakio…

No, no, en Bakio me sentí siempre un poco extranjero…

Pero confiesa…, fuiste local de Bakio…

No, tengo buenos amigos allí, pero siempre me sentí local de Laga, y en Laga es donde realmente me sentí en casa, como todos nosotros, porque es donde aprendí a hacer surf, es donde estaba la familia, donde estaban los amigos, donde estaba todo. Y desde entonces, hasta ahora. Estuve también 5 años de socorrista , desde muy jóven.

Muchos años de socorrista.

Un montón de años. Ahí pasó de todo.  Las pruebas de socorrista las hacíamos en Laga, de hecho. Tengo dos o tres premios por haber quedado de los primeros seis socorristas de todo Bizkaia. Y esos años comencé con la tabla, con el tablón de socorrista. Ya me animé con la tabla, y hasta ahora.

¿Cuántos años tenías cuando empezaste de socorrista?

Pues comencé de socorrista con 17 años y tengo una anécdota, que es que el dinero que nos daban por ser socorrista me lo ingresaban en la BBK y la BBK no me dejaba sacar dinero porque sólo tenía 17 años, entonces no podía tomar mis cubatillas los fines de semana…

Claro… Y en aquella época compaginabas los estudios con ser socorrista. ¿Qué ambiente había? Porque ahora mismo el puesto de socorro no es lo que era. No digo que sea mejor o peor. Se ha profesionalizado. No digo que no fuera profesional antes, pero ¿cómo era el ambiente del puesto de socorro en aquella época?

Para empezar, estaba en un sitio diferente al que está ahora (NR: estaba al otro lado de la casa de Etxabe, en la duna). Estábamos como medio apartados y el puesto era el sitio de reunión de lso amigos y  de las fiestas… la verdad es que tenía más vida durante la noche que durante el día, ahí pasaba de todo. También era otra época., no estaba tan profesionalizado como ahora y…, nos montábamos unas fiestas del carajo.

¿Y quiénes fueron tus compañeros de puesto?

Pues pasé por varias generaciones…, gente de Laga, estuvo Gotzon (NR: Gotzon Garay, “Mitch”) el último año, estuve con  Gorkus (NR: Gorka Bilbao), con Ibai, el socorrista de rizos, grandullón, grandullón, negro, negro…

Kiski también hizo sus pinitos…

Con Kiski (NR: Gaizka Gonzalo) estuve de socorrista como un mes y el bandido de él lo dejó. Pasamos varios por ahí, y fue una experiencia impresionante: todo el día en el agua,, todo el día haciendo surf. Tenías un sitio donde dormir…

Aparte de las risas, ¿tuviste alguna situación comprometida?

(Toses). Tenías la capacidad de poder salir de fiesta y estar después el resto del día o dando paseos por la playa o vigilando… La verdad es que éramos bastante responsables, y si te ibas de fiesta, al día siguiente lo sufrías pero estabas ahí.

Pero me refiero a si hubo alguna situación de emergencia.

Rescates de gente que estaba a punto de morirse, teníamos.  Tuvimos uno por año casi siempre. Cuando rescatas a alguien que está pasando por una situación angustiosa te da la sensación de que está mal de la cabeza , El momento que vive es tan extremo le cambia su actitud. Tuvimos también un motorista que se cayó, y estaba hecho una croqueta…. Un día que yo justo libraba, se rompió el cuello un chico que se tiró de cabeza y la…

Recuerdo ese momento…

Sí, que estaba Ibai, y yo justo ese día no estaba… Te pasan cosas, ¿no? Pero bueno, la cabeza fría, y qué vas a hacer…

¿Y cómo era la escena surf en aquel momento? Porque cuando tú tenías 16 años era el año… 94. Del 94 al 99. O sea, pillaste la era de Slater, pero.. ¿cómo era la escena local en aquella época?

Yo recuerdo otro ambiente al de ahora. Para empezar, creo que estábamos mucho más unidos... Todo lo hacíamos juntos, nos íbamos de fiesta juntos, quedábamos para entrar al agua juntos… Llegabas a la playa y si había olas, nos llamábamos los unos a los otros.

No había internet, claro, no había partes….

No había internet, claro. Había el mapa del Correo y el de ETB. Y era mucho más unido. De hecho creamos Ogoñope, Alvarito (NR: Alvaro Vega, primer presidente de Ogoñope Surf Taldea), Bittor, Twingo, tú y yo, Jon Tirado al principio… y todos estos.

Pero cuando se creó Ogoñope ya existía internet…. ¿Qué recuerdas de aquellos tiempos cuando se esperaba la marea sentados en el muro?

La verdad es que tenías mucho más tiempo. No sabías si iba a haber olas… Tampoco teníamos todos coche. Venías a la playa y te quedabas en la playa.

Hablando de eso… Recuerdo tu moto, llevabas el corcho en bandolera y no eras más que un crío…

Con la moto me iba a todos lados. Me iba a Ogella con la moto en invierno, un frío que te mueres… Yo los primeros dos años me iba de Elantxobe a Laga todos los días andando.

¿Quién era el grupo de surfistas habituales de aquella época?

Pues ahí estábamos… Estabas tú.., que pasaste unos años en Zarautz, pero que regresaste cuando yo tenía como 18 años. Cuando vivías en Zarautz venías algunos días primero y luego ya te quedaste. Estaba Twingo (NR: Iñigo García), estaba Raúl (Illaro, “Ra”), estaba Koldo (Goitia), estaba yo, estaba Haimar. Estábamos ahí como 10 o 12. Estaban los Borchers  pero un poco con otro grupo. Estábamos como 10 o 12, muy, muy unidos. Igual ahora los jóvenes tienen el rollo que teníamos nosotros antes, y disfrutan un montón, pero en principio no se ve eso en el agua. En el agua estábamos mucho más unidos también en todo.

EN EL TOKI - ASIER KABRATXO 2

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Con Amalia, compañera de viaje inseparable siempre, en el Salar de Uyuni, Bolivia

Sí, igual se han solapado unas cuantas generaciones ya… Bueno, siguiendo con el hilo cronológico… Llega el momento en el que sales del puesto… Estás terminando los estudios y decides irte a Australia. Tú eres licenciado en Geografía. Decides irte a Australia, pero ¿por qué?, ¿cómo tomas esa decisión?

En esa época yo el surf lo disfrutaba mucho, la playa también, pero hoy en día es importante saber inglés y mis aitas me animaban también a que saliera, y me dije, es una oportunidad para aprender inglés, y los vuelos no te salen mucho más caros… Para qué Inglaterra, si va a estar todo el día lloviendo…, pues me voy a Australia.

Eso fue en 2002. ¿Tu estancia en Indonesia fue antes o después?

Pasé por Indonesia un mes, porque el vuelo me costaba lo mismo. Ahí me robaron todo y me fui para Australia, sin nada. Entonces no tenías toda la información de blogs, etc., que te cuentan todo. Existía la Lonely Planet. Yo me fui a casa de una catalana que estaba allí casada con un australiano y que alquilaba una habitación y allí me fui a un pueblito por ahí perdido.

¿Ese pueblito dónde estaba, en NSW?

Estaba al norte de Brisbane, en la Sunshine Coast, en Queensland. Y en ese pueblito me tiré como tres semanas o un mes, y me decía, aquí me voy a morir… Mi idea era comprar un coche y salir a la aventura. Fui hacia el sur.

Y encontraste allí grandes personajes.., y uno de ellos, que llegamos a conocer, era Iker Ostolaza.

Jo, Iker Ostolaza, cagüen la leche. Sí, le conocisteis  también después en Laga. Es de Orio,  me lo encontré primero en Bells Beach…, bueno pasamos todo tipo de aventuras juntos viajamos en su furgoneta… El terminó siendo un héroe del rugby, un tipazo!

Iker llegó a jugar en la liga australiana de rugby!!?? Pero, ¿de fútbol australiano o de rugby 15?

De los de brutos estos que le pegan patadas al balón. De los brutos, brutos que se pegan unos guiñapos que te cagas. Y el tipo era un tipo de Orio, fuerte como un leñador…

Fue campeón de España de judo.

Sí fue campeón de España de judo y bruto y más de Orio que… estaba cruzando Australia en mitad del desierto y se metió en el equipo del pueblo… Se tiró ahí no sé cuántas semanas terminó siendo un héroe en el pueblo y en los alrededores. Yo me lo encontré con una furgoneta destartalada, y se recorrió Australia con esa furgoneta. Furgoneta y tablas Pukas… Te puedes imaginar, estos giputxis…

Muy, muy gipuzkoano.

Nos hicimos muy amigos y pasamos una temporada larga juntos,  después yo tuve el accidente del cuello, y la verdad es que estar con él en una situación tan grave como la rotura del cuello me dio una seguridad enorme. Me cuidó como un hermano.

Has mencionado el accidente. Eso fue un momento crítico de tu vida. Cuéntanos un poco cómo fue.

Fue un momento crítico, porque romperte el cuello es crítico siempre, y te ves debajo del agua consciente y con la sensación de que te vas a quedar ahí. Por suerte, la chica con la que estaba entonces me sacó del agua,, me operaron y todo salió bien.  Yo siempre tenía la ilusión de continuar haciendo surf, me recuperé después de un año. Fue clave en Australia la ayuda de mi primo (NR: Unai) que fue hasta allí para cuidarme después del accidente, me cuidó de forma impresionante también. Con el, Iker y mi novia de entonces me sentí siempre muy acompañado y sigo estando super agradecido. Todavía recuerdo la carta que tú me enviaste hasta  Australia, me hizo mucha ilusión!

Ahí ya se rompió la progresión que llevabas y tuviste que volverte. ¿Qué impresión te quedó del viaje?

Para mí el viaje fue un momento de descubrir otros mundos, descubrir otros ambientes, descubrir otros surfistas… Ver por ejemplo que en Australia tú estabas en los picos más importantes y con los pros que veías en las revistas y que eran más respetuosos de lo que éramos nosotros aquí en el País Vasco en las olas. Descubres cosas de esas, y descubres otros intereses, otras ganas de conocer otros lugares y aprender de otros. Y regresé aquí a Euskadi con cierta sensación de frustración, por regresar con una lesión tan fuerte y después porque tenía que regresar a casa de mis aitas y todo eso… Tuve que llevar una recuperación jodida de 4-5-6 meses y todavía recuerdo mi primer baño después de todo eso.

Sí, yo también lo recuerdo.

Sí, que estaba contigo y grabamos la primera ola.

Vamos a volver atrás, a tu etapa en Indonesia, en Bali. Recorriste las olas más famosas. ¿Qué impresión tienes de aquello?

Para mí la primera sensación fue que llevabas viendo videos de Bali durante 20 años y pensaba que tendría más infraestructura, y estaría mejor montado, más señalizado y todo eso.., y te das cuenta de que para entrar a las mejores olas del mundo, o no están señalizadas o te tienes que cruzar la selva o te tienes que ir a….

Pero eso es así casi en todo el mundo, ¿no?

Sí, sí. Pero para mí entonces, que no había salido mucho, fue toda una sorpresa. Y después la fuerza de las olas y que cubría muy poco. Y que eso tampoco lo sabíamos. Lo veías en las revistas, pero tampoco sabías. Y ver después que con el nivel que tenemos en Laga, podemos surfear prácticamente cualquier ola. No te tiras al tubo, ni la agarras donde rompe con más fuerza, pero…

De hecho te puedes encontrar un vasco en cualquier rincón del mundo…

Y entonces no sería para tanto. De hecho los primeros que comenzaron a viajar de Laga fueron los Borchers y cía, y después ya fue nuestra generación, los viajes que hicimos nosotros. Y para mí fue un descubrimiento eso, que teníamos un nivel para surfear en cualquier sitio, cayéndonos en tres cuartas partes de las olas, pero lo suficiente para no matarte (risas). Yo creo que puedes disfrutar en cualquier lado.

Vamos a continuar por orden. Tienes el accidente, lo superas y vuelves a casa. Entonces te preguntas qué vas a hacer. ¿Por dónde decidiste tirar?

Ahí recuerdo un montón de preguntas que te hacía, porque yo estaba n poco desorientado en mi vida, en concreto recuerdo una conversación camino a Mundaka, tú siempre me tranquilizabas y me decías “mira Asier, estate tranquilo, que todo te va a salir”. Recuerdo perfectamente esas conversaciones. Y yo en Australia descubrí que me gustaba el tema de viajar, de conocer otros mundos, otros contextos…, y siempre tuve un vínculo fuerte con temas sociales. Y hay muchas formas de tener vínculos con temas sociales. Puedes entrar en tu pueblo, en la asociación de lo que sea, y a mí me dio por rollos de derechos humanos y de los derechos de la gente en Guatemala, todos los asesinatos… Yo ahí me metí. Y descubrí que aquí hay un máster muy bueno para este tipo de cuestiones, en la UPV,  temas de desarrollo y eso. Hice este máster y en lo que tiene que ver con la carrera profesional fue un antes y un después.  Me llevó a conocer a la pareja con la que estoy ahora y desde entonces a estar recorriéndome el mundo por todos lados.

EN EL TOKI - ASIER KABRATXO 3

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Cabo Ledo fotografiado por Asier

Después del máster te surge la oportunidad de dedicarte a lo que quieres, pero en sitios muy difíciles. ¿Cuál fue tu primer destino?

Fui a Angola, justo cuando había terminado la guerra. Veías de hecho los tanques destrozados en las esquinas de las carreteras, veías campos minados por todos los sitios, donde no podías meterte, malaria por todos lados, y un contexto muy beligerante, pero vi que yo me quería dedicar a eso y quería apostar por ahí. Y Siempre tuve la cosa de cómo combinar el surf con la carrera profesional.

La historia de Angola se puede consultar en wikipedia, pero a nosotros lo que nos interesa es la impresión personal que te llevaste de la gente. Y siempre has intentado tener una conexión con el surf en todos tus destinos, hasta los que han sido de interior, y de eso vamos a hablar más tarde. ¿Cómo fue lo de Angola?

Pues en Angola hice surf. Hay dos cosas que me impresionaron, a mí como local de Laga en un contexto como este. Lo primero, los olores, lo fuerte que huelen las cosas. Fíjate que es una chorrada, pero te chocan los olores, el hedor muchas veces a basura, calor… es impresionante. Y lo segundo, la gente, la elegancia de la gente. Veías que vivían en chabolas y tal y como…

Estoy de acuerdo contigo. En sitios a los que podemos considerar del tercer mundo, la gente conserva la dignidad y la calma muchísimo mejor que nosotros…

Sí, sí. Te daban lecciones de comportamiento, de educación, de darte todo lo que tenían, pero sin sumisión y sin rollos raros, te lo daban de corazón. Y gente elegante.

Creo que encontraste algún compañero para surfear. Alguien por allí.

Encontré dos tipos que trabajaban, bueno, varios, que trabajaban en las petroleras francesas. Cuando fui a Angola, tú me diste la información de wannasurf, de una página web de olas…

Sí, ahí funcionaba internet…

Sí, ahí comenzaba a funcionar internet. Y a través de eso me di cuenta de que había buenas olas. Unas olas de p.m., unas izquierdas larguísimas…

Cuéntanos dónde, pues es una ola con historia.

Es una ola con historia. Salió un reportaje en una revista, porque una de las personas que trabajan en la ASP (NR: Nuno Jonet, el mítico speaker), Nuno, nació en Angola. Y querían hacer allí un campeonato del Top 44 y todo eso. Y es una ola que rompe al sur de Luanda, de la capital, que se llama Cabo Ledo, que está como a dos horas y es la zona donde los militares hacen las pruebas con las bombas. Varias veces, fuimos allí y estaban pasando los helicópteros tirando bombas justo al pico.

Eso me recuerda a la Guardia Civil en Ogella en otros tiempos…

Sí, joder. No podíamos entrar, estaban echando unos pepinazos que te mueres allí.

¿Y qué tipo de ola es? Es una ola muy especial, ¿no?

Es una ola que rompe sobre un cabo de roca, así como con arena. Y va una izquierda muy larga, más o menos facilona. Algo parecido a la izquierda de Ogella con 1 metro. Muy larga, muy larga, muy larga. Era una maravilla de ola. Yo ahí no estaba muy en forma, porque llevaba tres meses sin hacer surf y estaba a otra cosa…

Lo que no era fácil era llegar allí, ¿no?

Llegar allí era un cirio. Tenías que ir con un 4x4, te tenías que quedar a acampar allí.., y no sabías si iban a comenzar pruebas militares o no, unos zambombazos allí, pero merecía la pena.

Eso es afición.

Y en Angola conocí al director de Intermon Oxfam, donde trabajaba,  Sergio Calundungo.

Calundungo… Ya cayeron unas bromas con Calundungo.

El era angolano, angolano, y con familia angolana. Su hijo se llamaba Kiddy.., y era una gente estupenda. Me quedé impresionado del sitio donde vivían. Era director de una organización importante y se reunía con gente muy importante.., y vivía en un sitio que a mí me recordaba el Harlem total, lleno de basuras y lleno de todo.

¿En la capital?

En la capital. Yo veía que me quería dedicar a eso, pero todavía me veía un poco perdidillo, porque yo nunca quise trabajar en esto como los de la iglesia construyendo escuelas. A mí siempre me gustó un rollo más activista, más de derechos humanos y más de luchar fuerte por el tema de la justicia. Y él me dijo que veía que yo me tenía que dedicar a temas de política y a temas de campañas. Me ayudó un montón con ese consejo. Me dijo que salía en Oxfam, en la misma organización, un puesto para trabajar en Honduras en cuestiones de campañas, en tratar de incidir para cambiar las leyes del país que inciden en la pobreza, tratar de luchar contra los ricos, muchas veces los causantes de la pobreza en estos países.  Y estudié tanto sobre ese país y con tanta ilusión que gané el puesto y me fui para Honduras.

EN EL TOKI - ASIER KABRATXO 4

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En Punta Mango, El Salvador

Cambiaste de continente. ¿Mismos problemas, misma pobreza, misma gente o era otro mundo?

Yo creo que la diferencia entre África y América Latina es que en África la gente se muere de hambre y en América Latina la gente pasa muchísima hambre, pero no se muere de hambre, y eso es parecido pero muy diferente. Y en América Latina los códigos son más fáciles para nosotros, se comparte el mismo idioma… Y a mí lo que me sorprendió de América Latina, y en Honduras en concreto, fue el tema de la criminalidad. Era una cosa horrible. Tenías que estar viviendo como encerrado entre cuatro paredes, ir en coche a todos los sitios, y era un poco asfixiante. Pero con todo vi que estaba empezando mi carrera profesional y hay que apostar a cualquier cosa. Vi que cerca de Tegucigalpa, de donde vivía, a tres horas, había una zona con olas muy, muy buenas, y me traje mis tablas de surf y comencé a hacer lo que pude para hacer surf allí.

Bien. Hemos vuelto al hilo de lo que nos interesa. Surfeabas en El Salvador. El Salvador es un país con tradición surfera desde la época de los años 70, de los primeros norteamericanos que bajaban a explorar Centroamérica. ¿En qué sitio surfeabas?, ¿cómo te lo montaste?

 Yo surfeaba en Las Flores. Lo acababan de medio descubrir. No era tan famoso como las olas que están cerca de San Salvador, que es de donde hemos visto videos de los años 70, de los gringos que bajaban hasta allí y todo eso. Este es un sitio que estaba a tres horas de San Salvador y a tres horas de Tegucigalpa, que es la capital de Honduras y que es donde yo vivía. Al principio Amalia mi pareja y yo estábamos allí, pero no teníamos coche, no teníamos dinero para viajar. Yo ganaba 800$, no trabajaba Amalia, y estábamos muy apurados, pero cuando comenzamos a viajar y ya conocimos el sitio, yo vi esa ola y se me iluminó el mundo.

Encima paso algo curioso. Conociste a un salvadoreño que vivía en Honduras y que compartía tu afición.

Pues sí, le conocí a Alfonso ahí, un salvadoreño. Y le conocí porque se cogió una ola y se pegó un guiñapo contra las rocas (risas) que le hizo una croqueta en las rocas, peor que las del Ritxar (NR: Ritxar Etxebarria) en Arrastrakulos.

En las dos rocas del take off…

Sí, apuró y el tipo, pues tenía un poco estilo Laga, como nosotros.., y se pegó un guiñapo guapo. Y desde entonces, pues, le pregunté que cómo estaba y de dónde venía, y me dijo que de Tegucigalpa, y ahí nos conocimos. Y desde entonces fue muy bueno que pudiéramos ir juntos a hacer surf desde Tegucigalpa, aunque fueran tres horas. Nos íbamos y regresábamos en el mismo día, y…

Eran tres horas, pero qué tres horas….

Tres horas en las que te jugabas un poco la vida, unas curvas que te mueres y ahí la gente es muy macho, no…

En la panamericana (risas)…

En la panamericana, todos adelantaban en la curva, los h.d.p.. Y el Alfonso, como era salvadoreño, estaba acostumbrado e iba tranquilo, siempre conducía él y yo con la sensación de que me jugaba ahí más la vida que en cualquier otro lado, pero cogíamos unas olas de p.m. y eso compensaba.

Sí, porque Tegus es una ciudad dura.

Tegus es una ciudad muy beligerante. Es típica ciudad latinoamericana pero, muy, muy insegura. No se puede andar prácticamente por la calle, sólo en los centros comerciales. Se incentiva poco la  cultura, no hay apenas librerías, pocos conciertos,  es una injusticia lo que le ha tocado sufrir a su gente, a quienes les guardo mucho cariño. Allí hemos conocido a gente muy especial para Amalia y para mí como sus colegas de trabajo o o Fernando, cantante del grupo de rock Tropa de Baco.

EN EL TOKI - ASIER KABRATXO 5

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En la cima del Huayna Potosí, con el amigo Simon, a 6.088 mts.

Llegaste al final de tu periplo en Honduras. Amalia estaba contigo, trabajando también en un programa bastante duro, ¿no? Y te llega la hora de cambiar de aires. ¿A dónde te destinan?

Vimos que el trabajar en Honduras y en un contexto tan duro termina frustrándote un poco y Amalia y yo teníamos unos destinos en la cabeza de sitios a donde ir. A pesar de ello terminamos en Bolivia, en la capital más alta del mundo, a 4.000 metros, nunca lo hubiéramos pensado. Pero veíamos interesante todo lo que estaba pasando con Evo Morales y para allí nos fuimos.

Y qué diferencia había con Honduras y con Tegucigalpa.

Pues yo creo que la diferencia eran dos…, tres principalmente. La primera, un país muy pobre también, pero que no había tenido una perdida cultural tan agresiva como la que tuvo Honduras lo que permitió mantener sus tradiciones indígenas que las veías por todos los sitios… por otro lado la dignidad y orgullo de la gente,  algo que tenemos también en Euskadi y considero muy importante. La segunda, no teníamos ningún tipo de problemas de seguridad, es la capital más segura de toda América Latina, y podíamos andar tranquilos por la calle sin estar obsesionados y mirando para atrás como estábamos en Honduras. Y la tercera es que en Bolivia vivíamos un contexto en el que había un Presidente que era indígena, el primer presidente indígena, y que tenía la intención de cambiar las cosas para la gente de su país y ese proceso lo queríamos apoyar. Cuando comenzamos estábamos con una ilusión enorme y lo disfrutamos un montón, a pesar de que el primer año fue complicado, porque estaba a 4.000 m. y tenía el mar esta vez no a tres sino a seis horas.

¿Y cómo te lo montaste esta vez?

Vi un poco el sitio más cercano para poder pillar olas y, puta, vi que era Arica, donde se acababa de desarrollar el campeonato de surf. 

Era un WCT donde hubo unas olas enormes, ¿no?

El CT es en las olas del Gringo. Un tubazo… y que te cubría nada… Pero vi que rompían ahí olas y en cuanto tuve la primera oportunidad, nos compramos un 4x4 y para allí nos fuimos. Te tenías que recorrer todo el altiplano, lleno de llamas y de todo… Primero, bajar 4.000 m., llegar hasta el desierto y…, en mitad del desierto estaba ese pueblo y de repente vi las olas… al principio no tenía tabla, pero me alquilé una tabla y me metí al agua. Ya después me compré una tabla en un viaje a Sao Paulo y pude regresar otras veces allí para continuar surfeando.

Porque tu trabajo ya en esa época te exigía no sólo estar en Bolivia, sino que hacías viajes a otros continentes o a otros países…

Tenía, bueno y tengo, un puesto para toda la región, para toda Sudamérica  lo que me permitía viajar y hacer escalas en otros sitios y vi que de todos los sitios a los que iba el que mejores olas tenía era Perú. Perú es un sitio clásico también del panorama internacional del surf y comencé a hacer surf en la zona de Perú de olas grandes, en la zona de Punta Hermosa, que es donde rompe Pico Alto, de los videos de Mark Foo que recordamos. Y puta, yo pensaba que el Cantábrico tenía fuerza, pero nada que ver con lo que vi allí.

Bueno, vamos a tener que abreviar un poco la entrevista, o dejarlo para mañana, porque (risas) estás muerto de frío (NR: estamos sentados en la Atalaya de Mundaka, un mediodía de viento NE, lluvioso y sin olas).

No, no, estoy bien.

Entretanto solías hacer viajes a Euskadi, aprovechabas huecos en el trabajo cuando venías a Europa o venías de vacaciones. ¿Cómo veías esto? Porque iban transcurriendo los años….

Yo veía que… Siempre he vivido en un eterno dilema, porque siempre me ha encantado el poder vivir aquí y siempre he querido estar aquí, pero por otro lado siempre he querido también el conocer otros mundos. Y he disfrutado un poquito de las dos cosas. Entonces  me lo montaba para poder estar en los dos espacios a la vez. Para estar disfrutando de los dos. Cuando estaba aquí, la verdad es que sobre todo estaba en Laga… Yo quería estar en Laga y disfrutar de mi familia. Por mucho que he tenido la ocasión de conocer países en todas las partes del mundo – he estado cuatro veces en África, en Indonesia, en Australia, en toda América Latina – como aquí no se está en ningún lado.

Volvamos a Bolivia. Llega un momento en que cambias de destino.

Pues sí. En Bolivia estábamos muy bien trabajando y esto, pero te das cuenta también de que, después de un tiempo llegó el momento de cambiar, por circunstancias que no vienen al caso ahora…. a los dos destinos anteriores, nos fuimos por mi trabajo, quién me lo iba a decir, dos países sin costa cercana, y ahora nos tocaba cambiarnos al destino donde a Amalia le conviniera más. Y nos fuimos a Colombia, a Bogotá donde recién acabamos de comenzar como hace cuatro o cinco meses.

Eso ha sido bastante reciente. ¿Cómo te lo montas ahora?

Pues ahí me lo montó de momento para hacer mucho ejercicio para cuando tenga la oportunidad de hacer surf. En Bogotá es donde más lejos estoy del mar de todos los destinos en los que he estado. Si sigo así no sé si el próximo va ser Moscú… desde Bogotá estoy haciendo varios viajes a Perú y así hago surf, allí tengo tablas trajes y todo. Sigo haciendo mucho ejercicio, corriendo mucho y nadando mucho, para poder estar en forma…. Pero ya he descubierto que el chico que me arregla las bicicletas es un ex-surfista también. Ya me ha dicho los sitios para hacer surf en la zona del Caribe y en qué época y todo eso, así que pronto os podré contar cómo son las olas allí.

Pues entonces volveremos a hablar contigo. Eskerrik asko Asier.