MENDEBALA
Ayer a media tarde el mar estaba así. No enorme, pero sí grande y gordo, roto de viento. En la foto no se aprecia, pero era impresionante como rompía en cabo Ogoño. Ibamos de camino a Ibarran, al funeral del padre de un amigo de la playa, Txomin Olaeta. Ya sabéis lo que son esas ceremonias, en las que quizá lo fundamental es estar ahí. Pero hubo un detalle que me sorprendió cuando tocó darse la paz. Un señor que estaba a mi lado, al que no conocía, me estrechó cálidamente la mano mientras me decía "osasuna eta bakea" y me pareció que lo decía de verdad, no por cumplir. Le contesté lo mismo y pensé que, quizá, sería mejor fijarnos día a día en detalles como estos, darles más importancia que a lo negativo.
Parece que el finde va a seguir igual, algo mejor, pero no demasiado. Mañana tenemos otro funeral, en Eibar. El del padre de Eider, una compañera del estudio.
Pronto llegará la primavera.
5 comentarios
Markel -
MARILU -
dia comente´al alkate de ibarran que no vendria mal una fuentecilla que funcione para despues del baño o para lo que sea,me sugirio llamar al ayunta y asi lo hice.Nose si solucionaremos algo pero ahi esta el intento. Sed buenos
Markel -
gurpil -
barandi -