LE MANS 1970
Un tema extraño pensaréis, pero delicioso para una tarde "improductiva" como la de hoy. Por primera vez en mucho, mucho tiempo estoy teniendo la ocasión de aburrirme y la estoy difrutando a conciencia.
En un post anterior ya comenté que me había dado por recopilar scalextric antiguos, y gracias a la generosa colaboración de amigos y familiares, he podido rescatar algunas joyas. Por supuesto, ni punto de comparación con los verdaderos coleccionistas, pero puede decirse que estoy rozando ya un poco el frikismo. He restaurado unos cuantos coches y mis preferencias se han decantado por la época dorada de las carreras de resistencia, entre 1966 y 1971. ¿Por qué esta época? Porque seguramente será el periodo más romántico y apasionante de la modalidad. Los pilotos literalmente se jugaban la vida en máquinas poco menos que ingobernables y las carreras, estética e incluso éticamente, rezumaban ese glamour popular que se originó en esas fechas debido al auge de las clases medias.
Y dentro de ese lustro largo, un hito singular, la carrera de Le Mans de 1970, que hizo historia por varias razones. En primer lugar, hubo unos cambios de reglamentación que propiciaron que la carrera la fueran a disputar dos auténticos mitos: el Porsche 917 y el Ferrari 512. Monstruos de 12 cilindros, 5.000 cc., cerca de 600 CV para unos 800 Kg. de peso y capaces de alcanzar los 400 Km./h. Tela para la época. El 917 se había cobrado su primera vida el año anterior, en la primera curva y tenía fama de ingobernable. El 512 era nuevo y se había diseñado para contrarrestar al 917. La estética de los dos coches era muy atractiva y ha resistido perfectamente el paso del tiempo. Ese año además la salida ya no se hacía con los pilotos corriendo hacia sus coches, sino bien ataditos en sus asientos para evitar desgracias como la del año anterior. La expectación era enorme y ambas fábricas pusieron toda la carne en el asador. Ganó Porsche, lo que supueso su primera victoria en la carrera.
Por esa y muchas otras razones esta carrera es leyenda. A ello contribuyó también la película "Le Mans", protagonizada por Steve McQueen y rodada allí con absoluto realismo. La he podido degustar por cortesía de los Reyes Magos y es algo así como lo que es El Gran Miércoles al surf a las carreras automovilísticas.
En la foto, la salida. En primer término los Porsche 917 nº 25 (cola larga), 20, 21 y 22 (cola corta, del equipo Gulf) y los Ferrari 512 nº 6 y 8 (oficiales). Al año siguiente la salida se cambió por una tipo Indianapolis. Otra de las razones por la que esta edición fue tan especial.
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