LET´S GO TRIPPIN´

Adquirimos las entradas nada más salieron a la venta y nos fuimos decididos ayer al concierto en el DOKA del rey de la guitarra surf, Dick Dale, pero no las teníamos todas con nosotros cuando oimos los primeros sonidos (al otro lado del telón de detrás del escenario) de su eterna Stratocaster. ¿Estará en forma? La respuesta es SÍ, ESTUVIMOS ALLÍ. En formato trío (acompañado por dos máquinas llamadas Brian y Sammy a bajo y batería), acompañado por una especie de pipa con tupé que se ocupaba de que no le faltara aire de un ventilador colocado al efecto, con 73 años a sus espaldas (muy bien llevados, pues sabida es su afición por la vida sana: a un tío que había en la primera fila le apagó el cigarro y en agradecimiento le obsequió con unas palmatitas en la calva y una púa), demostró que quien tuvo, retuvo. Eneko y yo no quitábamos ojo de su técnica y material. Viendo el grosor de cuerdas que se gasta (apreciable a simple vista), esperaba unos dedos como morcillas, pero el tío digitaba bastante fino y..., en cuanto a la mano derecha (lapsus, izquierda, ya que es zurdo), como inventor y monarca del double picking´, esperaba un fina y precisa oscilación de muñeca, pero nada, el tío le metía unos arreones de órdago con todo el antebrazo... El sonido era gordo e implacable... Se les veía finos a la banda y a él. Vamos, que se notaba que había ensayado para no arrastrarse por el escenario como otras viejas glorias. Me atrevo a decir que toca como en sus mejores tiempos o más.